La ley del juego es un área de la ley que cubre los juegos de azar y otras actividades de juego, desde las máquinas tragamonedas hasta las apuestas en el hipódromo. Muchas naciones regulan de cerca las actividades de juego con el fin de proteger a los ciudadanos, rastrear los ingresos del juego y prevenir el uso del juego en actividades ilegales como el lavado de dinero. Las leyes pueden variar considerablemente según la nación, y los abogados que se especializan en esta área trabajan con instalaciones como casinos, pistas y compañías de juegos para asegurarse de que operen dentro de los límites de la ley.
Algunas naciones prohíben los juegos de azar por completo porque sus legislaturas lo consideran un riesgo moral. Esto es más común en naciones con gobiernos religiosos que siguen las prohibiciones contra los juegos incrustadas en textos religiosos u opiniones emitidas por autoridades religiosas. Otras naciones pueden limitar la actividad del juego a ciertas áreas o grupos de personas, una situación que se observa en los Estados Unidos con los juegos y las tribus indígenas americanas. En otras regiones, los juegos de azar son totalmente legales, pero los participantes deben cumplir una serie de leyes.
Un aspecto de la ley del juego incluye la protección del consumidor. La ley de juegos puede exigir una inspección regular de las máquinas de juego para asegurarse de que estén en pleno funcionamiento y no estén manipuladas. La ley puede exigir capacitación para los distribuidores de tarjetas y otro personal en una instalación de juego que pueda facilitar las actividades de juego. También puede exigir divulgaciones a los jugadores sobre los riesgos de los juegos. En algunas regiones, los boletos de juego y otros materiales deben incluir la información de contacto de las organizaciones que tratan la adicción al juego.
La ley también puede crear obligaciones financieras y legales, como requisitos para presentar declaraciones de impuestos sobre las ganancias de los juegos de azar. Las empresas que ofrecen servicios de juego deben presentar información fiscal al igual que otras empresas, y los ganadores también deben informar sus ganancias y pagar impuestos sobre ellas. La ley del juego puede incluir cláusulas específicas diseñadas para prevenir el fraude fiscal y limitar las oportunidades de ocultar ganancias, ya que el gobierno quiere una parte de las ganancias. La ley también puede exigir concesiones a cambio de permitir el juego, como contribuciones obligatorias a la educación para las empresas que quieran establecer una lotería.
Los legisladores pueden actuar sobre una variedad de aspectos de la industria del juego. Pueden solicitar estudios para aprender más sobre la legislación propuesta e identificar nuevas áreas de preocupación en la industria para poder aprobar las leyes apropiadas. Al igual que otras industrias, también existe un grupo de presión para trabajar con los legisladores y promover los intereses de la industria del juego. Estos cabilderos tienden a presionar por una menor regulación en la ley del juego para permitir una mayor libertad de operación entre sus clientes.