¿Qué es una persona designada?

Una persona designada es alguien que es nombrado para ocupar un puesto, generalmente por alguien en un puesto de mayor rango. Por ejemplo, un jefe de estado puede nombrar miembros del gabinete para asesorar en la toma de decisiones. Los mecanismos de designación política varían según el país, el nivel de gobierno y el cargo.
Cuando un funcionario tiene la facultad de nombrar a alguien para ocupar un puesto, el funcionario debe elegir con cuidado a una persona designada. Los funcionarios buscan primero a personas que estén calificadas para ocupar un puesto dado porque tienen la experiencia relevante. Por ejemplo, si el nombramiento es para un puesto al frente de una agencia gubernamental, esa persona designada se puede buscar entre las personas que ya trabajan para la agencia, ya que estas personas tienen experiencia en la agencia y están familiarizadas con ella.

Otro tema clave a la hora de seleccionar a una persona designada son las inclinaciones políticas. Si bien se supone que algunas posiciones son de naturaleza apolítica, las decisiones que toman las personas están indudablemente influenciadas por su política. Por lo tanto, alguien no quiere seleccionar a una persona designada que utilizará el nombramiento para tomar decisiones políticas contradictorias. Por ejemplo, un miembro del concejo municipal que se opone a la expansión urbana y está encargado de nombrar a alguien para la comisión de planificación buscaría a alguien con un enfoque similar al desarrollo, como una persona que quiera promover la densidad en las áreas urbanas.

La idoneidad moral y ética para el trabajo también son consideraciones importantes. Debido a que los designados son seleccionados, en lugar de elegidos, los miembros del público tienden a examinarlos de cerca. El público puede estar preocupado de que las personas estén comprando puestos u obteniéndolos a través del nepotismo, en lugar de hacerlo mediante una habilidad y habilidad honestas. Como resultado, las personas que tienen conflictos de intereses o que son vistas como moralmente cuestionables tienen menos probabilidades de ser nombradas, ya que los políticos no quieren ser criticados por sus nombramientos.

En algunos casos, una vez que se ha designado a alguien para ocupar un puesto, esa persona designada puede prestar juramento para comenzar a trabajar de inmediato. En otros, debe haber un proceso de confirmación. Esto tiende a ser común con posiciones políticas poderosas. Durante las audiencias de confirmación, otros miembros del gobierno investigan a una persona designada para determinar si la persona designada es apta para el puesto. Esta investigación incluye entrevistas, revisiones de la documentación financiera y otros pasos diseñados para descubrir problemas como la falta de aptitud para el trabajo. Al cierre de las audiencias, se vota para determinar si la persona designada debe ser confirmada o no.