¿Qué es la Residencia Habitual?

La residencia habitual es un concepto en la ley que se utiliza para referirse al lugar en el que una persona está acostumbrada a vivir. Está relacionado con el domicilio, excepto que los estándares para determinar la residencia habitual son algo más laxos por naturaleza. Las determinaciones de la residencia habitual pueden ser importantes para los casos en los que existe alguna duda sobre qué tribunal tiene jurisdicción sobre una situación o cómo un caso debe resolverse de manera justa y equitativa.

La residencia habitual de alguien es el lugar al que se aclimata. La persona tiene conexiones como escuela, trabajo, banca y redes sociales en ese lugar. Para un niño, por ejemplo, sería el hogar mantenido por los padres del niño, ya que este entorno es familiar para el niño y el niño tiene una presencia establecida allí. Asimismo, para un adulto, este es el lugar donde el adulto ha desarrollado vínculos y conexiones con la comunidad.

Alguien puede abandonar una residencia habitual mudándose, pero el lugar al que se muda no se convierte automáticamente en una nueva residencia habitual. Se necesita tiempo para hacer conexiones como establecer un trabajo, registrarse en una escuela, abrir cuentas con servicios públicos, etc. Puede tomar tan solo un mes para asentarse, o puede tomar más tiempo. El domicilio, por el contrario, se centra en la intención futura así como en las conexiones presentes.

En los casos en que existe un conflicto de leyes, la cuestión de la residencia habitual puede cobrar importancia. Por ejemplo, si dos personas están casadas en un condado y desean divorciarse en otro, cuando presenten la solicitud de divorcio, deberán demostrar que la están presentando en un lugar apropiado. Si presentan la solicitud en un condado diferente porque creen que será más fácil, su presentación puede ser rechazada y se les pedirá que presenten la solicitud en el condado de su residencia habitual. El tribunal puede determinar que no tiene jurisdicción en el caso y no es el lugar adecuado para escuchar la petición de divorcio.

Otra situación en la que la residencia habitual puede convertirse en un problema son las disputas por la custodia de los hijos. Un tribunal puede dictaminar que un niño debe permanecer en su lugar de residencia habitual en lugar de ser desarraigado para acompañar a sus padres a un nuevo lugar. Esto se hace en aras de proporcionar al niño una vida hogareña más estable durante una separación o divorcio.