¿Qué significa tomar el quinto?

La frase que toma el quinto se usa más comúnmente en relación con la Quinta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Esta enmienda, diseñada para proteger a los ciudadanos estadounidenses del abuso judicial por parte del gobierno, con frecuencia se refiere a las áreas de autoincriminación en un juicio penal o civil. La enmienda también cubre el concepto de “doble incriminación” y apropiación gubernamental de la propiedad privada durante una disputa de dominio eminente. La Quinta Enmienda dice lo siguiente:

Ninguna persona deberá responder por un delito capital o de otro modo infame, a menos que se presente una presentación o acusación de un gran jurado, excepto en casos que surjan en las fuerzas terrestres o navales, o en la milicia, cuando esté en servicio real en tiempo de guerra o peligro público; ni tampoco se podrá poner en peligro la vida o la integridad física dos veces a una persona por el mismo delito; ni será obligado en ningún caso penal a declarar contra sí mismo, ni será privado de la vida, libertad o propiedad, sin el debido proceso legal; ni se tomará propiedad privada para uso público, sin justa compensación.

Para evitar que un testigo de juicio se incrimine a sí mismo en asuntos de responsabilidad penal o civil, puede negarse a responder a las preguntas que le formule un juez o un abogado. Como se ve en innumerables películas de mafiosos y dramas sobre crímenes, el testigo puede hacer valer este derecho afirmando que está «tomando el quinto» o «alegando el quinto». Los fundadores de la Constitución de los Estados Unidos crearon la Quinta Enmienda, en parte, debido a su conciencia histórica de que las confesiones a menudo se habían obtenido mediante la tortura. Al otorgar a los ciudadanos estadounidenses el derecho a negarse a responder preguntas en un tribunal de justicia, se esperaba que el uso de la tortura no tuviera sentido.

Al tomar el quinto, un testigo no necesariamente está ayudando a su caso. Si bien la maniobra protege a una persona de incriminarse inadvertidamente en una actividad ilegal, también puede obstaculizar su capacidad para defenderse. Los jueces y los jurados también podrían interpretar que uno «acepta el quinto» como un signo de culpa, lo que indica que el testigo quiere mantener la información oculta.

Hay ciertos escenarios en los que las personas no pueden alegar el quinto. La Quinta Enmienda no es una protección general, y en áreas específicas uno puede verse obligado a proporcionar respuestas o información que lo incrimine en acciones ilegales. El más común de ellos está relacionado con la legislación fiscal estadounidense. No presentar una declaración federal de impuestos sobre la renta requerida, o no informar los ingresos, sería una situación en la que la necesidad del gobierno de conocer reemplaza la Quinta Enmienda.