La discriminación en el lugar de trabajo ocurre cuando una persona es tratada de manera diferente cuando solicita un trabajo, o mientras está en su trabajo, como resultado de su estado de protección. En los Estados Unidos, la discriminación en el lugar de trabajo es ilegal; esto significa que una persona no puede ser tratada de manera diferente sobre la base de ciertas calificaciones, como la raza, el género, el origen nacional, el color, la edad o la discapacidad. Varias leyes federales y estatales de los Estados Unidos hacen que la discriminación en el lugar de trabajo sea ilegal.
La ley no prohíbe todos los tipos de discriminación en el lugar de trabajo. Por ejemplo, no es ilegal discriminar o tratar a alguien de manera diferente por no ser atractivo físicamente o porque vive en el vecindario equivocado. La ley prohíbe la discriminación únicamente sobre la base de ciertos rasgos y calificaciones específicos. Por lo tanto, estas calificaciones se consideran protegidas. Eso significa que si alguien es mujer, no puede ser discriminada por ser mujer porque su condición de mujer la coloca en una clase protegida.
Las diferentes leyes de derechos civiles dentro de los Estados Unidos prohíben diferentes tipos de discriminación en el lugar de trabajo y crean diferentes clases protegidas. El Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 establece que es ilegal discriminar por motivos de raza, color, origen nacional, género o religión. La Ley de Estadounidenses con Discapacidades hace que sea ilegal discriminar a una persona discapacitada y exige que los empleadores realicen adaptaciones razonables para permitir que una persona discapacitada trabaje. La Ley de discriminación por edad en el empleo protege a los trabajadores mayores de 40 años de ser despedidos o tratados de manera diferente en función de su edad.
La discriminación en el lugar de trabajo bajo estas leyes involucra una amplia categoría de comportamiento prohibido. Las leyes estipulan que un empleador no puede discriminar en la contratación, el despido o los términos y condiciones de empleo. Esto significa que un empleador no puede negarse a contratar a alguien basándose únicamente en su edad u otra clasificación protegida. Tampoco puede tomar decisiones de despido basadas en el estado de protección de un individuo. Además, no puede promover o negarse a promover a alguien, proporcionar o limitar beneficios, o obstaculizar o ayudar a una persona de cualquier manera en su trabajo por motivos de género, raza u otra condición protegida. También es ilegal que una empresa permita la creación de un entorno hostil; por ejemplo, un empleador no puede permitir que alguien se sienta incómodo con las bromas raciales que ocurren en el lugar de trabajo.