¿Qué es una sustracción internacional de menores?

A menudo denominado secuestro parental, sustracción de niños, sustracción de niños e incluso secuestro «legal», la sustracción internacional de menores es el traslado de un menor de su hogar a otro país. Esta forma de secuestro plantea un problema con los sistemas legales debido a las múltiples jurisdicciones, leyes y sistemas judiciales involucrados. Aunque los aspectos legales son complicados, los gobiernos han tomado medidas para trabajar juntos para combatir este tipo de secuestro y brindar soluciones a las víctimas. Los expertos sugieren que este tipo de tráfico también tiene efectos graves en el estado físico y mental de un niño.

El secuestro internacional de niños ocurre cuando un adulto lleva a una o varias personas a través de la frontera de un país sin el permiso del tutor legal del niño. Este evento ocurre cuando extraños secuestran a niños, pero el término frecuentemente se refiere a un asunto familiar mucho más complicado. En varios de estos casos, alguien que tiene o alguna vez tuvo derechos de custodia, como uno de los padres, lleva a los niños a otro país. Debido a la posible relación, los niños no siempre son retirados contra su voluntad, lo que complica significativamente las cosas.

Las jurisdicciones en conflicto son un obstáculo importante para la mayoría de los casos judiciales relacionados con el secuestro internacional de niños. La forma en que un país procesa la sustracción de niños es a menudo diferente de la forma en que se maneja en otro país. Esto también cuestiona la cuestión de qué país puede juzgar legalmente un caso de secuestro cuando un niño es llevado a través de múltiples fronteras. Además de la confusión, los países a menudo enjuician a los secuestradores acusados ​​por separado y pueden llegar a conclusiones completamente diferentes sobre la culpabilidad o la inocencia.

En la década de 1970, esto se convirtió en un problema internacional que hizo que varias naciones comenzaran a trabajar juntas para evitar conflictos internacionales de secuestro de niños. La Convención de La Haya fue la mayor evolución en el derecho internacional de secuestro, alentando a varios países a establecer procesos similares para rescatar a niños secuestrados. Además, esta Convención también alentó a los gobiernos a establecer una oficina única responsable de la comunicación bidireccional entre los países involucrados en casos de sustracción.

Más allá de las dificultades legales que plantean los casos de sustracción internacional de niños, también crean un riesgo para los niños involucrados no solo por su seguridad y bienestar inmediatos, sino por los efectos a largo plazo del secuestro. Los efectos físicos y mentales que incluyen depresión, ira, desconexión de la comunidad, miedo al abandono son preocupaciones en este tipo de situación. Debido a estos peligros a corto y largo plazo, muchos países consideran que la sustracción de niños, ya sea internacional o no, es una forma de abuso infantil.