En la leyenda, un espíritu familiar o familiar es un ser sobrenatural que ayuda y apoya a una bruja o mago. Tradicionalmente, es un animal, pero se dice que algunos son humanoides. Los familiares suelen tener poderes especiales propios. Cuando la brujería se presenta como un tipo de comunicación o alianza con las fuerzas del mal para obtener poderes mágicos, este ser puede considerarse un tipo de demonio.
El estereotipado familiar en la cultura occidental es el gato negro. Debido a que los gatos negros están fuertemente asociados con la brujería, existen varias supersticiones con respecto a ellos. Se dice que alguien que se cruza en el camino de una persona es un presagio de fatalidad, por ejemplo. Sin embargo, un familiar puede ser casi cualquier animal, y otras formas comunes que puede adoptar son un perro, un búho y un sapo.
En los días de la persecución generalizada de las brujas, se creía que cada bruja tenía un familiar, y los compañeros animales cercanos a veces se consideraban una prueba de que una persona era una bruja. Además de los animales, se creía que las criaturas humanoides desempeñaban este papel; a veces, se decía que se parecían a personas normales y, en otras ocasiones, se decía que tenían una apariencia extraña, que tenían alguna deformidad o que se asemejaban a imágenes estereotipadas de demonios. Las leyendas de este período también suelen atribuir el hábito de beber sangre a los familiares. Se los consideraba al menos tan peligrosos como las brujas, ya que se pensaba que eran seres sobrenaturales que parecían animales normales y podían espiar o causar estragos en su bruja sin ser detectados fácilmente.
Mientras que los cristianos tradicionalmente interpretan a los familiares como demonios, para los wiccanos y neopaganos, se parecen más al concepto cristiano de un ángel de la guarda. El familiar de una bruja puede ser su compañero más cercano, ofreciendo apoyo moral, conocimiento especial y / o curación física. Los wiccanos pueden buscar uno a través de la meditación o la adivinación, pero la mayoría no cree que puedan ser convocados, contrariamente a la leyenda occidental tradicional sobre las brujas y la magia negra. El autor Phillip Pullman ofrece una visión interesante de la idea en su trilogía His Dark Materials, en la que cada ser humano tiene un «demonio» en forma animal que tiene paralelismos con varias interpretaciones culturales del alma.