¿Qué es el arresto domiciliario?

El arresto domiciliario, también conocido como monitoreo electrónico o detención domiciliaria, es el término legal que se utiliza para definir una pena impuesta por ley a una persona que cometió un delito y está condenada a permanecer dentro de su casa. El arresto domiciliario es una alternativa al tiempo en la cárcel, que a menudo se usa para delitos menores o para adolescentes que no pueden ser llevados a un centro correccional para adultos. El arresto domiciliario también es una opción en lugares donde el costo de mantener a un prisionero ha aumentado hasta un punto en el que el gobierno ya no puede mantener a más reclusos. En cualquier caso, solo los delitos menores pueden ser castigados con arresto domiciliario, ya que los delitos mayores siempre requieren tiempo en la cárcel.

Las personas confinadas al arresto domiciliario usan un monitor de tobillo, un dispositivo electrónico especial que transmite una señal de GPS a un teléfono base. Este teléfono está conectado a la sede central de la policía y notifica a las autoridades automáticamente si el usuario se mueve fuera de su rango permitido. El arresto domiciliario puede incluir o no patios traseros o jardines, dependiendo de los arreglos hechos por las autoridades. El arresto domiciliario también puede permitir “descansos”, donde los presos pueden asistir a ciertas actividades o lugares, como visitas regulares al médico o al supermercado local. En esos casos, el monitor de tobillo se desconecta temporalmente o se reprograma para que le permita al usuario moverse una cierta distancia sin romper las reglas.

Muchos ex presidentes han sido confinados a arresto domiciliario por delitos contra sus países, incluidos Ahmed Ben Bella (Argelia), Rafael Videla (Argentina), Pol Pot (Camboya), Shehu Shagari (Nigeria) y Habib Bourguiba (Túnez). En los Estados Unidos, el arresto domiciliario a veces se impone después de que las personas han sido liberadas de la prisión. Martha Stewart pasó cinco meses en arresto domiciliario después de pasar un año en prisión.

El arresto domiciliario a veces es criticado porque parece ofrecer una salida fácil al castigo. Las personas bajo arresto domiciliario tienen acceso a todas las comodidades de la vida hogareña, incluido el uso de electrodomésticos, teléfono e Internet. También les permite continuar una vida bastante normal. Los críticos argumentan que la mayoría de las personas bajo arresto domiciliario olvidarán rápidamente que están siendo castigadas, lo que a su vez anulará los beneficios del programa.