El romboide mayor es un músculo ubicado en la parte superior de la espalda que se usa para conectar la columna vertebral a la escápula. Sus acciones son para ayudar a asegurar la escápula, así como para tirar de ella hacia la columna vertebral. El músculo también se usa para rotar la escápula hacia abajo. Debido a su importante papel en la estabilización de la escápula, si el romboide mayor es débil o no proporciona el soporte requerido, puede conducir a una condición conocida como inestabilidad escapular.
El origen del romboide mayor está en las vértebras torácicas. También se origina en el ligamento suprasinoso. Desde allí, corre hacia afuera y hacia abajo antes de unirse a la escápula. La inervación del músculo es a través del nervio dorsal escapular.
Como su nombre indica, el romboide mayor tiene la forma de un diamante. Hay dos músculos romboides y el principal es el más grande y más poderoso. El romboide mayor es un músculo superficial en la espalda y se encuentra debajo de un músculo conocido como el trapecio.
La acción principal del romboide mayor es apoyar la escápula y mantenerla en posición en relación con la caja torácica. Este es un papel importante y hay muchas consecuencias negativas si esto no ocurre correctamente. Además del soporte, el músculo también se usa para rotar la escápula hacia abajo, lo que hace con la ayuda de otros músculos circundantes.
El romboide menor se encuentra por encima del mayor y se utiliza para aducir la escápula. También tiene la acción de rotar la escápula lateralmente. El romboide menor tiene la misma inervación que el músculo principal, aunque es mucho más pequeño.
La única razón por la que la escápula se mantiene en posición es debido a los músculos que se unen a ella. Los músculos romboides, por esta razón, son esenciales para proporcionar estabilidad ya que la escápula no está unida al cuerpo de ninguna otra manera. Cuando el romboide mayor se daña o se debilita, puede ocurrir inestabilidad en la región, lo que puede causar varios problemas diferentes. Por ejemplo, la escápula no puede moverse correctamente cuando hay inestabilidad, lo que causará dolor junto con una disminución del rango de movimiento.
Existen varios tratamientos posibles diferentes para la inestabilidad de la escápula. El primero es la fisioterapia, que puede enfocarse en ayudar al músculo a sanar y promover una mayor fuerza. La cirugía también puede ser necesaria en algunas situaciones. Los tratamientos alternativos como el yoga también pueden ser útiles.