La sombra de ojos en polvo es un cosmético aplicado a los párpados para alterar la apariencia de los ojos. Por lo general, contiene una combinación de minerales, que le dan volumen y ayudan a mantenerlo en su lugar, y pigmentos, que le dan color. La sombra de ojos en polvo está disponible en formas planas o sueltas, y puede ser pura, mate o brillante en apariencia. Se puede aplicar con herramientas cosméticas o con los dedos. Variar la técnica de aplicación de la sombra de ojos puede producir efectos muy diferentes, desde una mirada mínima «con los ojos abiertos» hasta un sensual ojo «ahumado».
Casi cualquier persona que haya comprado cosméticos es consciente de que existe una gran variedad de productos de sombras de ojos en polvo. A pesar de las diferencias percibidas entre estos productos, sin embargo, la mayoría están hechos de la misma fórmula básica. En general, una sombra de ojos en polvo consiste en minerales como la mica o el talco, que le dan volumen, elementos como el zinc, que lo ayudan a adherirse al párpado, y compuestos como el sílice, que lo hacen untable. Quizás el ingrediente más importante, desde un punto de vista estético, es el pigmento que le da color a la sombra.
Es posible comprar sombra de ojos en polvo tanto en formas planas como sueltas. Los fanáticos de la sombra suelta sostienen que cuando se aplica, se ve más suave y más natural que las sombras presionadas. Sin embargo, muchos encuentran que las formulaciones sueltas pueden ser desordenadas y, por lo tanto, prefieren productos prensados.
Además de ofrecer un arco iris de colores, la mayoría de los fabricantes de sombras de ojos en polvo producen sombras en una variedad de acabados, cada uno de los cuales produce un aspecto diferente. Las sombras transparentes, por ejemplo, agregan solo un toque de color al ojo. Las sombras mate están muy pigmentadas y generalmente se usan para crear un ojo audaz. Las sombras con un acabado brillante compensan su pigmentación con un efecto brillante y pueden usarse para crear un ojo suave y romántico.
Hay varias herramientas diferentes que se pueden usar para aplicar sombra de ojos en polvo. El uso de un aplicador de esponja, un hisopo de algodón o el dedo tienden a depositar una gran cantidad de sombra en la tapa. Los pinceles de maquillaje esponjoso, por otro lado, generalmente dejan solo un ligero «barrido» de sombras.
Variar la técnica de aplicación de sombra de ojos en polvo puede producir efectos muy diferentes. Por ejemplo, aplicando solo un toque de sombra blanca y brillante al hueso de la ceja y al ojo interno puede crear una apariencia mínima de «ojos muy abiertos». Las sombras oscuras que están muy manchadas alrededor de las pestañas y en los pliegues de la tapa, por otro lado, producen un sensual ojo «ahumado».