Al observar el impacto de la cultura organizacional, los investigadores han propuesto que la cultura parece reverberar al nivel micro de las organizaciones. Si una empresa está impregnada de una cultura adversa y los empleados no coinciden con la cultura organizacional, esto parece resultar en insatisfacción en el trabajo y desempeño ineficiente. Una cultura organizacional positiva genera ventajas tanto directas como indirectas relacionadas con el desempeño organizacional. Los líderes empresariales pueden hacer uso de estas correlaciones para comprender y abordar el impacto de la cultura organizacional.
Una cultura organizacional negativa también parece ser destructiva para el proceso de reclutamiento y se refleja en altas tasas de rotación. Otras áreas afectadas pueden incluir la falta de información sobre comportamientos poco éticos, altos niveles de estrés y creatividad sofocada. Las organizaciones con cultura positiva podrían enfatizar la innovación y tratar bien a los clientes. Tienden a fomentar la cohesión en todos los niveles de la estructura organizativa y a propósito buscan promover una alta moral entre los empleados. Dichas características inculcadas en la cultura se correlacionan con una ventaja competitiva, un desempeño confiable y efectivo entre los empleados y una alineación de los recursos de la compañía con los objetivos de la organización.
Los gerentes de la compañía pueden tomar decisiones basadas en el impacto de la cultura dentro de una organización, especialmente cuando hay problemas manifestados en la organización como resultado de las tendencias culturales. Si una empresa está experimentando un problema con la rotación de clientes y la investigación demuestra que este problema se debe a un mal servicio al cliente, los líderes de la empresa deberán averiguar por qué los empleados no se preocupan por los clientes. Al implementar un mecanismo de retroalimentación anónimo, por ejemplo, los líderes pueden encontrar respuestas a tales preguntas. Después de que los líderes identifican las respuestas, pueden avanzar para cambiar la cultura organizacional para reflejar mejor su base de clientes.
La definición de la cultura organizacional resulta desafiante debido a la tendencia inherente a definirla desde perspectivas divergentes. Determinar el impacto de la cultura organizacional a veces sucumbe a los mismos acertijos. El principal desafío es la falta de investigación definitiva que demuestre de manera concluyente la atribución positiva y negativa a la cultura organizacional. A pesar de esto, la investigación destaca algunas correlaciones importantes entre cultura y rendimiento. Comprender estas correlaciones y sus impactos puede ayudar a una organización a evaluar y dar forma a su cultura.
Los expertos a menudo no están de acuerdo sobre la mejor manera de definir la cultura organizacional. Por lo tanto, dos tipos de definiciones emergen comúnmente en la mayoría de la literatura sobre el tema: descripciones orientadas a resultados y exposiciones orientadas a procesos. La terminología orientada a resultados describe la cultura organizacional como comportamientos manifestados, y las descripciones orientadas a procesos detallan los mecanismos que producen esos comportamientos. Independientemente de la posición o el enfoque en el tema, la mayoría de los expertos están de acuerdo en que la cultura organizacional es una agencia de función social que cultiva consecuencias dispares.
La fuente de discusión entre los expertos comúnmente evidencia la falta de investigación requerida. No es tanto que se pase por alto la cultura organizacional, sino todo lo contrario. El desafío es implementar los estudios longitudinales requeridos para producir evidencia concluyente. Dicha investigación requeriría estudiar varias organizaciones simultáneamente bajo ciertas condiciones exactas durante un largo período de tiempo. Intentar someter a las organizaciones empresariales a tales restricciones no es factible y presenta problemas éticos para los investigadores.
En lugar de depender de la investigación empírica, los científicos generalmente estudian el impacto de la cultura organizacional con métodos de observación que dejan espacio para diversas interpretaciones sobre los hallazgos. Tales estudios observacionales, sin embargo, arrojan luz sobre el impacto de la cultura organizacional. La evidencia más utilizada es la correlación de observaciones repetidas de comportamientos culturales y los resultados organizacionales resultantes.
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