La ética corporativa es un conjunto de creencias a las que se adhiere una empresa que rige su comportamiento en la forma en que realiza negocios. Algunas corporaciones tienen parámetros éticos bien definidos y otras no, o sacrifican el comportamiento ético para obtener ganancias y determinan que obtener ganancias y poder son los motivos más deseados. Cuando se descubre en este tipo de actividad, a menudo hay una fuerte reacción violenta que resulta en la pérdida de ganancias. Esto sugiere que incluso si la decisión de adoptar una ética corporativa definida está puramente motivada por las ganancias, puede ser un buen negocio.
Las formas en que las empresas realizan negocios son múltiples y complejas, y la ética corporativa puede operar en numerosos niveles. Las consideraciones éticas pueden determinar cómo una corporación compite a nivel comercial con otras corporaciones. ¿Son agresivos y propensos a cambiar de opinión o abandonar lealtades con otras compañías para sus propios beneficios, o la corporación compite alegremente y apoya los esfuerzos de sus competidores?
Otra forma en que se expresa la ética corporativa es a través del cuidado que una corporación toma al interactuar con clientes o personas en otros niveles. Las decisiones sobre cómo se tratan a los clientes son importantes, pero las decisiones sobre qué tipo de responsabilidad desempeña la corporación en la protección del medio ambiente de las personas también son valiosas. Una compañía que rutinariamente libera químicos al medio ambiente puede tener un excelente servicio al cliente, pero sus acciones sugieren que el resultado final no es proteger a las personas a las que sirve. Muchas corporaciones ahora hacen grandes esfuerzos para promover la sostenibilidad, y estos esfuerzos son bien recibidos por los clientes y vecinos.
Las relaciones con los empleados son un aspecto diferente de la ética corporativa. ¿Se les proporciona a los empleados salarios dignos y acceso a la atención médica? Si las ganancias disminuyen, ¿la empresa despide inmediatamente a los trabajadores para satisfacer a los accionistas, o trabaja para retener los trabajos de las personas en tiempos económicos difíciles? La forma en que una corporación maneja esto es variable y es uno de los muchos dilemas éticos que enfrentan todas las corporaciones.
La ética no es fácil y podría considerarse como una serie de juicios. Una corporación debe comprometerse éticamente con múltiples partes de sí misma, otros competidores y el público, decidiendo qué hacer cuando las responsabilidades éticas entran en conflicto. Seguir la ética corporativa de una manera podría evitar satisfacer a alguna otra parte de la corporación: por ejemplo, despedir empleados para satisfacer a los accionistas o usar productos químicos más contaminantes para ahorrar en costos para salvar los empleos de los empleados. Tales decisiones son difíciles de tomar. Sin embargo, las corporaciones que adoptan una postura firme sobre la operación ética deben tratar de negociar cada decisión, sin dejar de ser fieles a su código ético.
Cuando una empresa no tiene un código de ética corporativa, su comportamiento le dice a los demás lo que la corporación considera ético. Las decisiones constantemente negativas y solo inducidas por ganancias pueden ser muy menospreciadas por el público. Además, los empleados vienen a trabajar con sus propios códigos morales y pueden encontrar un desafío adoptar un código conflictivo en el trabajo. Es cierto que muchas personas sacrifican la ética personal para trabajar o no ven las discrepancias obvias entre la ética personal y la empresarial.
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