El té de anís se hace hirviendo las semillas de la planta de anís en agua. El anís también se llama anís, comino dulce y semillas de pimpinel. Algunas personas prefieren referirse a ella por su nombre en latín, pimpinella anisum. El té de anís se ha utilizado en prácticas de remedios homeopáticos durante miles de años, desde los tiempos de los antiguos egipcios. Se cree que trata una amplia gama de dolencias, como enfermedades respiratorias y náuseas.
Con un crecimiento de aproximadamente 2 pies (0,61 m) de altura, el anís tiene hojas como plumas, flores amarillas y muchas semillas de color gris verdoso. Es originaria del norte de África, partes de Asia y el este del Mediterráneo. Las semillas no solo se usan con fines médicos, sino también como una especia en muchas recetas de cocina.
El anís tiene una fragancia dulce y un fuerte sabor a regaliz. Como resultado, se utiliza para dar sabor a una variedad de productos. Por ejemplo, muchas pastas dentales y enjuagues bucales naturales están aromatizados con anís. Incluso el regaliz puede ser aromatizado con anís para aumentar el sabor del regaliz.
Una de las mejores maneras de obtener los beneficios antiespasmódicos y antisépticos del anís es hacer té de anís. Simplemente triture aproximadamente 2 cucharaditas (10 ml) de semillas de anís. Luego, agregue aproximadamente 1 taza (236.6 ml) de agua hirviendo a las semillas. Déjalo reposar durante unos 15 minutos y luego bebe o haz gárgaras con el té.
Muchas personas que practican la medicina homeopática afirman que los beneficios para la salud del té de anís son numerosos. Por ejemplo, puede usarse para aflojar la mucosidad y la flema en los pulmones y la garganta. También se cree que trata enfermedades respiratorias, como sinusitis, bronquitis, neumonía y resfriados. Se puede recomendar tratar el cólico e incluso el hipo también.
El té de anís puede ser útil para otras dolencias más allá de las afecciones respiratorias. Por ejemplo, a veces se recomienda a las madres que amamantan como una forma de mejorar el suministro de leche materna. Para los hombres, a veces se usa para tratar la impotencia. Además, se cree que trata las náuseas, los gases y la hinchazón. Además, el aceite de las semillas se puede usar fuera del cuerpo para eliminar los piojos y la sarna.
Como con cualquier remedio homeopático, se debe consultar a un médico antes de usar el té de anís. Para las personas con sensibilidades especiales, el té de anís puede causar acné, rosácea u otras inflamaciones de la piel. Si las semillas de la planta de anís se usan en grandes dosis, pueden actuar como un narcótico. En consecuencia, es mejor errar por el lado de la moderación cuando se usa anís.