Las técnicas de motivación para el ejercicio generalmente incluyen escuchar música, registrarse para una clase de ejercicios o hacer ejercicio con un amigo. Algunas personas encuentran la motivación del entrenamiento en las técnicas de visualización, al establecer objetivos sólidos para el entrenamiento o al revisar sus logros de estado físico. Algunos pueden recompensarse a sí mismos por adherirse a un plan de acondicionamiento físico durante un cierto período de tiempo, mientras que otros pueden encontrar más motivación para entrenarse en castigarse de alguna manera cuando no se adhieren al plan de entrenamiento. Encontrar la motivación necesaria para un entrenamiento puede incluir pensar en los sentimientos de logro y bienestar físico que generalmente ocurren después del ejercicio. Anunciar sus objetivos a los demás y hacer un seguimiento después de que se cumplan puede ser una buena manera de mantener la motivación para hacer ejercicio, al igual que usar materiales inspiradores como libros y citas.
Muchas personas que recién comienzan un plan de acondicionamiento físico pueden considerar que el ejercicio es demasiado extenuante o demasiado aburrido. La motivación para el ejercicio generalmente mejora cuando el ejercicio es una actividad agradable, como un deporte favorito. Trabajar dentro de los límites de uno para desarrollar fuerza y resistencia lentamente también puede ser una excelente manera de aumentar la motivación necesaria para un plan de acondicionamiento físico sólido y consistente. Muchos expertos aconsejan realizar varios tipos de ejercicio físico, para evitar la monotonía que puede venir con la repetición.
Algunos se beneficiarán al escribir sus objetivos de acondicionamiento físico. Las fotos también pueden ser útiles, especialmente para aquellos que intentan perder peso, ya que estas fotos se pueden usar para medir con precisión el progreso. La motivación para el ejercicio a menudo aumenta cuando los beneficios del ejercicio se vuelven tangibles. Se pueden usar pequeñas recompensas para ayudar a mantener la determinación de uno a lo largo de una rutina de ejercicios, mientras que los pequeños castigos, como negarse un postre, se pueden usar para ayudar a generar motivación para la próxima rutina planificada.
Encontrar un compañero de entrenamiento o aprovechar las clases de acondicionamiento físico o entrenadores personales también puede ayudar a aumentar la motivación del entrenamiento. La mayoría de las personas tienen más probabilidades de adherirse a un plan cuando sienten que otros son parte de ese plan y dependen de un resultado positivo. Los amigos, entrenadores y compañeros de clase también pueden ayudar alentando los días en que el entrenamiento parece especialmente difícil o cuando la motivación es particularmente baja. Incluso informar sus objetivos y éxitos a amigos, parientes y conocidos puede ayudar a generar sentimientos de mayor motivación.
La música, las citas inspiradoras y las técnicas de visualización también pueden ayudar a aumentar la motivación del entrenamiento. Muchas personas encuentran el ejercicio menos tedioso y más agradable si escuchan música durante la rutina. Algunas personas que tienen problemas para encontrar motivación para el ejercicio se animan pensando en los beneficios del ejercicio, como la disminución del estrés, el aumento de la sensación de bienestar y la mejora de la salud. A menudo, un simple diálogo interno es suficiente para proporcionar el ímpetu necesario para comenzar un entrenamiento.