¿Qué es la vaca gato?

La pose de yoga vaca gato, que se conoce en sánscrito como Marjaryasana, es un ejercicio de yoga que es útil para desarrollar una mejor alineación y flexibilidad de la columna. Se sabe que ayuda a fortalecer los músculos de la espalda y abdominales y, como tal, se recomienda especialmente a las personas con dolor de espalda y también a las mujeres embarazadas. Los practicantes de yoga también citan la postura de la vaca gato como beneficiosa para lidiar con el estrés y para mantener un mejor equilibrio emocional. El estiramiento de la vaca del gato es un ejercicio bastante simple, que los principiantes pueden dominar fácilmente.

Para comenzar con el ejercicio gato-vaca, es necesario que el practicante se arrodille sobre sus manos y rodillas, teniendo cuidado de colocar las manos justo debajo de los hombros y las rodillas justo debajo de las caderas. Debe haber una distancia igual entre ambas manos y entre ambas rodillas. La cabeza debe estar correctamente alineada con la columna vertebral, con la mirada hacia abajo. Esta es la posición básica y debe sentirse cómoda y bien equilibrada.

Después de la posición básica, hay dos posturas en este ejercicio de yoga. La primera es la postura de la vaca que se toma al inhalar y la segunda es la pose del gato que se toma al exhalar. La postura de la vaca implica inhalar y elevar la cara y el coxis en dirección ascendente, mientras arquea la espalda. En la postura del gato, la columna vertebral se encorva hacia arriba y la cara se gira hacia el suelo y se pliega tanto como sea posible hacia el pecho. Luego, en la siguiente inhalación, el cuerpo vuelve a la posición original y bien equilibrada.

Para obtener mejores resultados, será útil repetir la postura de la vaca gato varias veces. Es importante prestar atención a la forma en que uno respira al hacer este ejercicio y estar atento a los movimientos del cuerpo. Los movimientos deben ser suaves y relajados, teniendo cuidado de no estirar demasiado.

Puede ser útil realizar los ejercicios de forma lenta y gradual, haciendo solo una o dos repeticiones para comenzar y luego aumentando la frecuencia a medida que el cuerpo se acostumbra. Si bien la postura de yoga de vaca y gato es bastante fácil de hacer, se recomienda a las personas con afecciones médicas graves que consulten a su médico antes de intentarlo. Las personas que han tenido lesiones o problemas en el cuello o el disco deben tener especial precaución.