El fraude financiero es una situación en la que no se lleva a cabo la gestión legal y ética de los recursos financieros. En la mayoría de los países del mundo, este tipo de fraude ocurre debido a decisiones deliberadas y acciones tomadas por personas que manejan dinero y otros activos en nombre de empleadores o clientes. Sin embargo, hay algunos lugares en todo el mundo donde el maltrato involuntario de fondos también se clasifica como fraude y está sujeto a la misma censura legal que cualquier acción deliberada.
En la mayoría de los casos, el manejo fraudulento de los recursos financieros conducirá a pérdidas sustanciales para un inversionista o una corporación. La pérdida financiera a veces se oculta cuidadosamente en los registros contables que se utilizan para rastrear la actividad que involucra los recursos, lo que le permite continuar hasta que una gran cantidad de dinero y otros activos se desvíen y ya no estén bajo el control del propietario. El fraude comercial de este tipo puede ser realizado por cualquier funcionario o empleado de la compañía que tenga acceso a los recursos corporativos, y puede continuar por un período prolongado de tiempo antes de hacerse evidente.
Hay varias formas diferentes de fraude financiero. El enfoque más común es malversar fondos u otros recursos. Por ejemplo, enviar un informe de gastos que contenga partidas para gastos legítimos que nunca tuvieron lugar podría considerarse actividad fraudulenta. Del mismo modo, el robo de inventario o el relleno deliberado de los desembolsos de nómina también se considerarían actividades poco éticas y generalmente ilegales.
Falsificar estados financieros y registros también se consideraría un ejemplo de fraude financiero. Conocido en algunos países como «cocinar los libros», las cuentas por cobrar y por pagar se modifican deliberadamente para ocultar el hecho de que los fondos tomados por la empresa se desvían para el uso personal de alguien involucrado en el proceso contable. En algunos casos, se pueden mantener dos conjuntos de registros contables. Un conjunto es una contabilidad verdadera y precisa, mientras que el otro es la contabilidad alterada que se puede utilizar para desviar la sospecha de actividad ilegal cuando y según sea necesario.
El fraude financiero también se produce cuando se aceptan sobornos o sobornos para manipular una decisión comercial. En situaciones en las que se descubre que un empleado está involucrado con un competidor, generalmente existe un conflicto de intereses y podría implicar la venta de información confidencial para beneficio personal. Con ambas situaciones, la recepción de ganancias monetarias por parte del individuo probablemente perjudicará financieramente a la compañía y resultará en una pérdida que de otra manera no habría ocurrido.
Dependiendo de la naturaleza del fraude financiero, una corporación puede optar por emprender acciones legales para recuperar los activos perdidos o manejar la situación internamente. El curso de acción a menudo depende del monto del fraude y de cuánto daño cree la compañía que se haría a la confianza del consumidor en la compañía si el fraude se hiciera público. En algunos casos, al empleado culpable del fraude se le puede ofrecer la oportunidad de hacer una restitución parcial y renunciar a su puesto, y el asunto se considera cerrado. En otras ocasiones, la compañía puede optar por enjuiciar el fraude utilizando todos los medios provistos por las leyes actuales.
Inteligente de activos.