La consultoría financiera es un servicio proporcionado por consultores financieros certificados a grandes corporaciones, agencias gubernamentales y clientes individuales. La función de un consultor financiero es proporcionar una opinión experta e independiente sobre un plan o decisión comercial propuesto. Hay dos tipos principales de consultoría financiera: comercial y personal.
Las empresas que requieren experiencia en contabilidad, finanzas, seguros y otros aspectos de las finanzas contratan a un consultor financiero empresarial. Los clientes individuales utilizan los servicios de consultores financieros para administrar sus inversiones, propiedades y planes financieros a largo plazo. Las habilidades requeridas para estos dos roles son ligeramente diferentes, al igual que las expectativas del cliente.
Un Consultor Financiero Certificado (CFC) es una designación profesional obtenida del Instituto de Consultores Financieros, al completar con éxito un programa educativo y un examen. Esta designación es reconocida internacionalmente y es una importante credencial profesional para obtener un puesto en este campo. Los CFC deben completar cursos de desarrollo profesional cada año para asegurarse de que estén actualizados sobre las últimas teorías y prácticas comerciales.
En un acuerdo de consultoría financiera empresarial, el cliente tiene un plan o concepto específico sobre el que desea una opinión independiente. El papel del consultor es revisar el plan propuesto e identificar fortalezas y debilidades. También se espera que brinden asesoramiento sobre gestión de riesgos, regulaciones gubernamentales pendientes, tendencias de la industria y viabilidad a largo plazo.
Este tipo de trabajo requiere una formación en contabilidad, finanzas, seguros y gestión empresarial. Los consultores generalmente tienen de diez a quince años de experiencia práctica en una amplia gama de puestos relacionados, antes de convertirse en consultores. Estas experiencias agregan valor y perspectiva.
La consultoría financiera personal suele ser un servicio requerido por personas con importantes recursos financieros y una cartera de inversiones compleja. Estos servicios incluyen asesoramiento de inversión, planificación fiscal, gestión de ingresos, evaluación de riesgos y planificación a largo plazo. Estos problemas deben ser gestionados activamente por un profesional para obtener el máximo beneficio con la menor cantidad de riesgo posible.
Los consultores que se especializan en esta área generalmente tienen experiencia en planificación contable y financiera. Un mínimo de cinco años de experiencia en gestión de finanzas personales es importante, al igual que un proceso abierto de comunicación y revisión. Aunque algunas empresas ofrecen planificación patrimonial, siempre consulte con un abogado sobre estos temas para evitar cualquier problema para sus beneficiarios. La consultoría financiera ofrece una gran cantidad de oportunidades de empleo, promoción profesional y crecimiento profesional. Si tiene interés en una carrera financiera, explore la consultoría como una carrera profesional.
Inteligente de activos.