El término «empujar una cuerda» se atribuye a John Maynard Keynes, un reconocido economista británico. La frase se usó en referencia a las políticas monetarias que los gobiernos podrían emplear para detener o detener una deflación en la economía. Una deflación es lo opuesto a la inflación y significa que hay una marcada reducción en la demanda de bienes y servicios durante ciclos comerciales consecutivos. Una demanda tan reducida es tan indeseable como una demanda excesivamente alta, porque ambas afectan la economía de manera negativa.
Para abordar este desequilibrio, el gobierno puede utilizar tácticas como aumentar o disminuir las tasas de interés. En el caso de una deflación percibida causada por la disminución de la confianza del consumidor, el gobierno puede disminuir las tasas de interés con la esperanza de que tal movimiento atraiga a los consumidores a gastar más. Si los consumidores muerden el anzuelo y comienzan a gastar más como resultado de las bajas tasas de interés, esto dará un impulso necesario a la economía al aumentar el Producto Interno Bruto (PIB) y, en consecuencia, revertir la deflación.
Tal resultado es el resultado de los factores de demanda y oferta en la economía. Cuando la demanda es alta, la tasa de producción aumentará para mantenerse al día con tal aumento en las actividades económicas. Según John Maynard Keyes, la manipulación de la economía por parte del gobierno mediante el aumento de las tasas de interés no garantiza que los consumidores respondan aumentando su demanda de productos. Donde no hay demanda, el movimiento se puede comparar con un impulso en una cuerda.
Empujar una cadena es una referencia metafórica al hecho de que un objeto unido a una cadena solo se puede mover alejando la cadena del objeto. Empujar la cuerda en la dirección del objeto no tendrá ningún efecto en la posición del objeto. Como tal, la teoría de «empujar una cuerda» implica que las políticas monetarias manipuladoras, como el aumento de las tasas de interés, son un ejercicio inútil si los consumidores objetivo no responden a la reducción de la tasa de interés aumentando la demanda. Al igual que el impulso de un efecto de cadena, los consumidores aún mantienen su falta de interés anterior en aumentar los niveles de consumo a pesar de las bajas tasas de interés.
Normalmente, las bajas tasas de interés permitirán a los bancos reducir las tasas de interés que cobran por los préstamos. Tal reducción alentará a los consumidores a pedir prestado más dinero para compras como casas, automóviles y otros artículos. Siguiendo el impulso de una teoría de cuerdas, tal reacción por parte de los consumidores no siempre es el caso.
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