La falacia del jugador es un proceso de pensamiento que hace que una persona crea que las probabilidades de sucesos únicos cambiarán debido a los resultados anteriores. También se llama la madurez de las posibilidades. En otras palabras, es la creencia de que un evento con una probabilidad fija, como un lanzamiento de moneda o un dado, se ve afectado de alguna manera por ejemplos anteriores.
Un ejemplo famoso de esto ocurrió en un casino de Monte Carlo en 1913, donde una rueda de ruleta se volvió negra en varias ocasiones. Después de cada giro sucesivo, cada vez más personas apostarían por el rojo, suponiendo que el rojo «debía» ser golpeado. Sin embargo, las probabilidades nunca cambiaron. No importa lo que sucedió anteriormente, las posibilidades de que el rojo apareciera todavía estaban por debajo del 50 por ciento. Debido a este ejemplo específico, la falacia del jugador a veces se conoce como la Falacia de Monte Carlo.
Esta ilusión de control es vista con frecuencia por los jugadores que han desarrollado un sistema de apuestas que creen que maximiza sus posibilidades de ganar. Asumen que al observar su entorno pueden aumentar sus probabilidades. Pueden hacer esto eligiendo máquinas tragamonedas que creen que están listas para pagar después de ver que otros pierden repetidamente en ellas, participar en el ejemplo anteriormente mencionado en una ruleta o apostar en una cierta secuencia de números en la lotería porque creen que No he sido elegido en mucho tiempo.
Esto es lo que los psicólogos llaman un sesgo cognitivo, que es cuando las personas sacan conclusiones falsas no sobre la evidencia sólida, sino sobre sus propios pensamientos y creencias, que no tienen una base objetiva. Muchos de los que caen en la falacia del jugador citan la ley de los promedios como un hecho para respaldar sus afirmaciones. Creen que cualquier «carrera» en una máquina o juego, como una raya negra o roja en la mesa de ruleta, se corregirá en el próximo giro. Las leyes reales de probabilidad establecen que las anomalías se nivelan durante un largo período de tiempo, no el próximo giro de la rueda.
La vanidad del jugador juega mucho con la idea de la falacia del jugador. La presunción del jugador es la creencia frecuentemente errónea de que una persona puede alejarse de un juego durante una racha ganadora, comúnmente conocida como dejar de fumar mientras están adelante. Sin embargo, los jugadores rara vez renuncian antes de perder. Esto se debe a que están cayendo en la falacia del jugador. Creen que los resultados anteriores dictarán las ganancias futuras, a pesar de que esos eventos anteriores no tienen relación con lo que sucederá en el futuro.
Este comportamiento a menudo puede conducir a la ruina del jugador, que es cuando un jugador no puede retirarse después de ganar una gran cantidad de ganancias, y en cambio, lentamente lo juega todo. Los casinos confían en esto, dejando que las probabilidades de los juegos se equilibren, que es cuando la casa gana.
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