El riesgo no sistemático es un concepto en la teoría de las finanzas y la cartera que se refiere a la medida en que el rendimiento de las acciones de una empresa no está correlacionado con el rendimiento del mercado de valores en general. Este tipo de riesgo puede considerarse como un riesgo específico de la industria o de la compañía. Es lo opuesto al riesgo sistemático, que es ese riesgo inherente a todo un mercado.
Se conoce comúnmente como riesgo específico o idiosincrásico, ya que el riesgo no sistemático afecta solo a unas pocas empresas en lugar del mercado general. Por ejemplo, el riesgo de intoxicación alimentaria es un riesgo no sistemático, ya que se aplica solo a las empresas que manejan alimentos para humanos. El riesgo del hombre clave tampoco es sistemático, ya que pocas empresas individuales probablemente sufrirán una gran caída de valor si sus líderes sufrieran una incapacidad inesperada.
El riesgo no sistemático inherente a las acciones individuales es cuantificado rutinariamente por inversores profesionales utilizando análisis de regresión estadística. Al igual que todas las formas de riesgo, se mide como la volatilidad de los rendimientos, con rendimientos que incluyen tanto acciones como apreciación de precios y dividendos.
Desde el punto de vista de un inversor, todo riesgo es negativo. Sin embargo, algunos riesgos son menos negativos que otros y restan menos al valor de un activo. El riesgo no sistemático es preferible al riesgo sistemático ya que su efecto negativo puede eliminarse dentro del contexto de una cartera general. Como resultado, el riesgo no sistemático también se conoce como riesgo diversificable.
El concepto de riesgo sistemático y no sistemático es muy útil para los inversores que buscan construir una cartera de inversiones amplia y diversificada que refleje el mercado general. Si se construye bien, esa cartera seguirá de cerca el mercado. Si el mercado aumenta de valor, la cartera también aumentará de valor en el mismo porcentaje. Si el mercado general disminuye en valor, la cartera también se reducirá.
Agregar una acción que no esté correlacionada con el mercado general a una cartera tenderá a disminuir la volatilidad del rendimiento de esa cartera. En ese sentido, se dice que la cartera se vuelve más eficiente. El riesgo no sistemático de las acciones individuales se elimina mediante la diversificación inherente a la cartera general.
El mercado de inversión no recompensa a los inversores por tener un riesgo no sistemático: no permite que los inversores sean compensados por incurrir en el riesgo específico inherente a una acción individual. La competencia en el mercado de inversión reduce el precio de una acción a un nivel que elimina cualquier compensación por este riesgo. Los inversores eficientes neutralizan el impacto negativo del riesgo no sistemático a través de una diversificación eficiente de la cartera.
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