Un impuesto sobre el volumen de negocios es un impuesto aplicado a un producto en una etapa específica de producción, en lugar de aplicarse en el punto de venta, como ocurre con los impuestos sobre las ventas. En algunas regiones, este tipo de impuesto es intercambiable con un impuesto al valor agregado (IVA), mientras que en otras, el impuesto puede aplicarse como un impuesto en cascada. En todo el mundo, los sistemas fiscales son muy variables, pero muchos han adoptado alguna forma del impuesto sobre el volumen de negocios: Pakistán y las Islas Canarias imponen un impuesto sobre el volumen de negocios a todos los bienes producidos, así como a los países administrados por el gobierno sudafricano, mientras que Alemania aplica el impuesto solo a productos importados. Este tipo de impuesto a menudo se percibe como más justo en algunos entornos porque implica distribuir el costo de los impuestos en todo el proceso de producción, en lugar de imponerlo solo al consumidor final.
Variaciones mundiales
Si bien la estructura de un impuesto sobre el volumen de negocios puede variar entre países, generalmente son impuestos ad valorem, lo que significa que la tasa se basa en el valor del bien en cuestión, en lugar de ser impuestos fijos. La mayoría de las naciones que usan un impuesto sobre el volumen de negocios tienen parámetros establecidos para determinar cuándo y cómo deben aplicarse dichos impuestos, y a qué tasa; en la mayoría de los casos, el impuesto sobre el volumen de negocios se configura como un sistema de impuesto al valor agregado o un sistema de impuestos en cascada. Bajo un IVA, se paga un poco más de impuestos cada vez que se vende un producto, y los ingresos se agregan a los impuestos recaudados previamente, hasta que se recauda la cantidad deseada de ingresos para el gobierno. Los impuestos en cascada, por otro lado, no tienen en cuenta los impuestos ya pagados, con un nuevo impuesto que se recauda en cada fase.
Algunos gobiernos cobran diferentes cantidades por diferentes tipos de bienes. Esta fluctuación en la tasa de impuestos generalmente tiene como objetivo mantener las necesidades al alcance de todos, al tiempo que grava los lujos. Los impuestos sobre el volumen de negocios también pueden ser de naturaleza correccional, diseñados para crear un desincentivo para comprar productos particulares. Por ejemplo, las regulaciones ambientales a veces fomentan esta práctica, gravando más a las personas con las compras que son perjudiciales para el medio ambiente.
El impuesto sobre el volumen de negocios suele ser una forma de impuesto indirecto, recaudado por terceros en lugar de por el propio gobierno. Las empresas deben cumplir con los aspectos del código tributario con respecto a los impuestos indirectos, la recaudación de impuestos según las instrucciones y el registro de transacciones elegibles para impuestos. Esta información se presenta en el momento en que se pagan los impuestos para demostrar cuánto se recaudó en nombre del gobierno.
Posibles reembolsos
Puede haber casos en que las personas sean elegibles para un reembolso del impuesto sobre el volumen de negocios. Por lo general, es necesario mostrar documentación de la razón y la cantidad de impuestos pagados antes de cobrar el reembolso del gobierno. Los reembolsos pueden estar disponibles cuando se compran bienes con el fin de administrar un negocio y en otras situaciones especiales. Los abogados y contadores de impuestos generalmente están familiarizados con las situaciones en que las personas pueden recibir reembolsos y los pasos necesarios que deben tomarse para calificar y presentar declaraciones de impuestos.
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