Algunos afirman que las golosinas de coco conocidas como cocadas son nativas del pequeño pero pintoresco estado de Colima, en el borde del Pacífico de México. Estos postres han sido un elemento básico durante siglos en varios países de América Latina como México, Perú y Colombia. Aunque las recetas pueden variar según el chef o la región, la receta histórica implica una simple mezcla de azúcar, agua y coco rallado. Las versiones más modernizadas pueden agregar saborizantes como extracto de vainilla o almendra, clavo y azúcar moreno, y pueden cambiar el agua por bases más cremosas como coco o leche condensada y espesantes como el almidón de maíz.
Para hacer cocadas de la manera tradicional, el chef disolverá el azúcar en un poco de agua hirviendo. Una receta requiere 1 libra (aproximadamente 450 g) de azúcar por solo 1 taza (aproximadamente 235 ml) de agua. Agitando constantemente la mezcla hasta que espese, el jarabe se retira del fuego y se mezclan aproximadamente 1 libra (aproximadamente 450 g) de coco rallado. Luego, esta pasta se extiende sobre una superficie engrasada o con mantequilla como una bandeja para hornear y luego se enfría a temperatura ambiente antes de cortar para servir.
Numerosas variaciones de este postre simple está disponible. Un lote de cocadas puede contener azúcar morena en lugar de azúcar, junto con clavos y canela. Otro cocinero podría haber usado leche condensada y almidón de maíz en lugar de agua, así como extracto de almendras, extracto de vainilla y azúcar en polvo en lugar de solo azúcar granulada. Una receta mexicana bate las yemas de huevo y la mantequilla en el agua, además del azúcar y el coco. Una capa de canela remata estas últimas cocadas a medida que se enfrían.
América Latina es una de las muchas regiones del mundo en adoptar el coco como ingrediente de postre. En Tailandia, por ejemplo, se logra el mismo tipo de perfil de sabor en un postre conocido como ka nom ba bin. Esta es una gelatina de coco elástica o una barra de coco al horno con una mezcla de ingredientes un poco más compleja, que agrega no solo harina, leche de coco, coco, azúcar y huevo, sino a menudo otros ingredientes como canela, chispas de chocolate, nueces y semillas de girasol.
En Colima, la región donde supuestamente nacieron las cocadas, un puñado de postres se consideran alimentos básicos. Muchos de estos se centran en alimentos nativos como el coco, el tamarindo, el plátano, la piña, la guayaba, el mango, la lima y el café. Un regalo popular se llama alfajores de piña, que son galletas rellenas de piña. Otros alimentos básicos incluyen plátanos confitados y dulce de tamarindo, un dulce similar al caramelo hecho principalmente de pasta de tamarindo, azúcar morena y agua.