El pollo ennegrecido aporta una profundidad de sabor que es a la vez exótica y reconfortante. Los comensales en los restaurantes aman el pollo ennegrecido, y los cocineros caseros también lo hacen porque prepararlo no es difícil, y los resultados son maravillas visuales que saben tan bien como se ven. El pollo ennegrecido es simplemente aves de corral que han sido sazonadas generosamente con condimentos Cajún y luego a la parrilla o cocinadas a fuego alto en una sartén.
El primer paso para crear pollo ennegrecido que hará que los comensales den dos pasos alrededor de la mesa consiste en sazonar. Cada cocinero cajún tiene una mezcla de especias favorita, pero la mayoría incluye polvo de cayena molido y sabroso combinado con pimentón dulce. Muchos cocineros agregan algunas hierbas secas como el orégano y el tomillo. Esta es una vez que las hierbas frescas no son mejores porque se queman. Casi todos están de acuerdo en que la cebolla y el ajo son imprescindibles.
El cocinero inteligente agrega esta mezcla picante a un montón de mantequilla derretida. Sáltate los sustitutos. Para este plato, la mantequilla no solo agrega su sabor dulce y encantador, sino que ayuda con el ennegrecimiento. El siguiente paso importante es secar la carne con una toalla de papel, ya que permite que la salsa de mantequilla se engulle y selle el pollo para mantenerlo húmedo.
Un truco para el fabuloso pollo ennegrecido es precalentar una sartén pesada de hierro fundido a fuego alto. También están bien otras sartenes con fondo de grasa que no se deforman a altas temperaturas, pero los cocineros experimentados saben que deben ignorar cualquier cocina que haya sido cubierta con material antiadherente para este plato. Otro pequeño consejo es enfriar el pollo antes de sumergirlo en la mezcla de mantequilla y hierbas para obtener el mejor sello.
El pollo deshuesado funciona mejor, pero nadie quiere un trozo de carne seco, por lo que es importante vigilar cuidadosamente el proceso de cocción. Si bien esto suena simple, puede ser un poco difícil ver a través del océano de humo que saldrá de la sartén. Es por eso que cualquier cocinero que haya pasado por el proceso de ennegrecimiento antes sabe abrir todas las ventanas y puertas, incluso en pleno invierno.
Una manera inteligente de evitar que la carne de pechuga se seque durante la cocción es colocarla primero en salmuera con agua helada, sal y azúcar. Solo necesita nadar durante media hora más o menos para poder resistir la desecación. Otros cocineros juran marinar la carne en un aderezo de ensalada de aceite y vinagre embotellado como primer paso.