¿Se puede eliminar alguna vez el sesgo de género?

Durante las últimas décadas, las orquestas han cambiado la forma en que contratan a los músicos y han comenzado a erradicar un sesgo de larga data que había impedido que las mujeres y las minorías tuvieran acceso a oportunidades en la industria. Desde mediados de la década de 1970, los músicos han actuado en las rondas preliminares de audiciones desde detrás de una pantalla, por lo que no se tienen en cuenta factores como el género y la etnia. Con las “audiciones a ciegas” convirtiéndose en la norma, el porcentaje de mujeres músicas en las cinco orquestas mejor clasificadas en los Estados Unidos aumentó de menos del 5 por ciento en 1970 al 25 por ciento en 1997.

Oír sin ver:

Hoy, la brecha de género es aún menor. En la Orquesta Sinfónica de St. Louis, por ejemplo, las músicas superan en número a sus homólogos masculinos, de 51 a 45.
En algunas orquestas, las audiciones a ciegas solo se usan para reducir el campo, lo que ha hecho que sea un 50 por ciento más probable que una mujer avance a la ronda final. Otros procesos de audición son completamente «ciegos».
Algunas orquestas incluso intentan enmascarar los sonidos distintivos del calzado femenino, ya sea proporcionando una franja de alfombra para caminar o pidiendo a los solicitantes que se quiten los zapatos antes de subir al escenario.