El cuidado posterior a la extracción de dientes generalmente comienza cuando el paciente ayuda a facilitar la formación de un coágulo de sangre aplicando presión sobre la herida. Es posible que deba aplicarse una compresa de hielo en la cara para ayudar a controlar la hinchazón. Aproximadamente 24 horas después de la extracción, debe comenzar a usar un enjuague con sal y agua para prevenir infecciones. Se deben usar todos los medicamentos recomendados o recetados, y si surge algún problema, la paciente debe comunicarse con su proveedor de atención dental.
Los pasos involucrados en el cuidado posterior de la extracción de un diente y el tiempo que son necesarios dependerán en gran medida de la forma en que se extrajo el diente y la dificultad de hacerlo. Por ejemplo, después de extracciones simples, generalmente se le indica a un paciente que tome medicamentos antiinflamatorios de venta libre como el ibuprofeno. Cuando se extrae un diente mediante extracción quirúrgica, puede ser necesario que el paciente tome ibuprofeno además de los analgésicos recetados.
Una vez que se extrae el diente, es probable que se le pida al paciente que coloque un trozo de gasa sobre la herida y que aplique presión durante aproximadamente 30 minutos. Es importante que se respete este orden porque la sangre necesita coagularse para ralentizar el sangrado. En algunos casos, es posible que el sangrado no se reduzca por completo en este período de tiempo, por lo que puede ser necesario reemplazar la gasa cada pocas horas. Una vez que se forma el coágulo de sangre, no debe manipularse y no se debe hacer ningún esfuerzo para eliminarlo. El paciente también debe evitar escupir, fumar y chupar con una pajita porque estas acciones pueden evitar que se forme el coágulo de sangre o hacer que se desprenda después de que se forme.
Es imperativo que el cuidado posterior a la extracción de dientes incluya esfuerzos para prevenir el desarrollo de una infección. Para hacer esto, el paciente debe mantener limpio el sitio de la herida. Generalmente se recomienda que esto se haga haciendo un enjuague bucal compuesto de agua tibia y sal. Este paso debe retrasarse al menos 24 horas después de la extracción del diente.
Muchas personas experimentan hinchazón. Esto se puede tratar con una bolsa de hielo. Se recomienda que la compresa de hielo se aplique en la parte exterior de la cara por intervalos de aproximadamente 10 minutos.
A veces, a pesar de los cuidados posteriores a la extracción del diente, pueden surgir problemas. Los pacientes no deben ignorar el dolor o el sangrado que continúa durante más tiempo o se desarrolla después de que sus dentistas les informaron que experimentarían estos problemas. Las personas también deben alarmarse por la inflamación prolongada o renovada, los problemas para tragar o el desarrollo de fiebre. Todos estos pueden ser signos de un problema mayor y deben hacer que la paciente se comunique con su proveedor de atención dental.