La respuesta pupilar es la respuesta del músculo dilatador del iris a una variedad de diferentes estímulos que varían el tamaño de la pupila del ojo. Las condiciones de luz cambiantes, el enfoque cambiante, el uso de drogas o una variedad de otros factores pueden causar esta respuesta. Los cambios en la iluminación externa se encuentran entre las causas más comunes de la respuesta pupilar, ya que muchos organismos tienden a experimentar una variedad de diferentes condiciones de luz en el transcurso de un día. La pupila tiende a hacerse más pequeña cuando hay más luz ambiental disponible y más grande cuando hay menos luz disponible. Esto se relaciona con el propósito de la pupila de recibir luz externa: la respuesta pupilar modera la cantidad de luz que recibe la pupila para generar las mejores condiciones para la visión.
La constricción o dilatación de las pupilas en respuesta a diferentes condiciones de luz es una forma de respuesta pupilar conocida como reflejo pupilar a la luz. El reflejo involucra una variedad de neuronas diferentes que detectan la luz entrante y desencadenan la acción del músculo dilatador del iris. Este reflejo es muy importante en medicina, especialmente para fines de diagnóstico. Si los ojos no experimentan la respuesta pupilar adecuada a la luz directa, es posible que haya algún problema con los ojos o el tronco encefálico, o que el sujeto haya tomado algún tipo de fármacos depresores.
La respuesta pupilar también ocurre con bastante frecuencia cuando un individuo cambia el enfoque de un objeto distante a un objeto cercano o viceversa. Esto es parte del reflejo de acomodación, que abarca una variedad de cambios en el ojo relacionados con el cambio de enfoque. Los objetos cercanos dominan una gran área del campo de visión, por lo que la pupila tiende a ser más grande para recibir entrada de luz desde ángulos amplios. Los objetos distantes, por otro lado, ocupan una parte mucho más pequeña del campo de visión de uno, por lo que es necesario contraer las pupilas, ya que la captación de luz desde ángulos amplios solo distorsionaría el objeto distante.
Los investigadores y los profesionales médicos utilizan una variedad de métodos diferentes para probar y medir la respuesta pupilar. Uno de los métodos más comunes para simplemente probar si se produce la respuesta es hacer brillar una luz directamente en el ojo de una persona. Se pueden utilizar otras técnicas, como la video pupilometría, para medir y registrar cambios en el tamaño de la pupila en respuesta a una variedad de estímulos diferentes. La medición de la respuesta pupilar es importante tanto para diagnosticar problemas oculares y del sistema nervioso como para investigar los matices de la fisiología pupilar normal y anormal.