¿Qué causa la proteína alta en sangre?

Las proteínas en sangre altas suelen ser el resultado de una inflamación o una infección. Un análisis de sangre puede determinar el nivel y el tipo de proteína, y esto puede proporcionar pistas importantes sobre la causa subyacente. Los médicos pueden solicitar tales pruebas si tienen motivos para creer que los niveles de un paciente pueden estar elevados, y también se pueden descubrir niveles altos en los exámenes de rutina. En todos los casos, el laboratorio que realiza el análisis debe proporcionar un desglose detallado junto con los niveles de referencia para que un médico pueda determinar dónde se encuentra un paciente dentro de un rango de resultados del mismo laboratorio, ya que cada laboratorio puede ser ligeramente diferente.

La inflamación crónica es un posible culpable de los niveles altos de proteína en sangre. Los pacientes con artritis y ciertas enfermedades de la médula ósea tienden a tener niveles elevados de proteínas porque su sistema inmunológico trabaja más. Las enfermedades de la médula ósea, como la amiloidosis y el mieloma múltiple, están asociadas con un alto contenido de proteínas en la sangre y también pueden causar dolor en los huesos, dolor y fatiga. Algunos pacientes también pueden tener proteínas en la orina si sus riñones están estresados ​​por la inflamación o la enfermedad en curso.

La infección también puede ser una causa. Las infecciones obligan al sistema inmunológico a sobrecargarse, y esto puede elevar los niveles de proteína en sangre más allá del rango normal. Las infecciones crónicas como la hepatitis C y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) provocan un aumento de las proteínas en sangre. La monitorización de los niveles de proteínas en pacientes con infecciones conocidas puede proporcionar información importante sobre qué tan bien responden al tratamiento y si es necesario un tratamiento adicional o más agresivo.

Cuando un médico encuentra un nivel alto de proteínas en sangre, el primer paso suele ser ordenar algunas pruebas más para determinar la causa. El laboratorio puede buscar otra evidencia de infección o inflamación. El médico también puede entrevistar al paciente para recopilar información sobre los factores de riesgo y otros síntomas que el paciente puede no darse cuenta de que están relacionados. Esta información es fundamental para hacer un diagnóstico correcto y los pacientes deben asegurarse de proporcionar un historial médico detallado.

Una vez que el médico sepa más sobre la causa, puede recomendar tratamientos. Estos pueden incluir medicamentos y cambios en la dieta. Durante el curso del tratamiento, las pruebas de seguimiento pueden controlar los niveles de proteína en sangre para ver si disminuyen. Si no es así, puede ser necesario buscar opciones de tratamiento más agresivas, como diferentes medicamentos o un régimen de combinación de medicamentos. Es importante recibir tratamiento porque los niveles altos de proteínas persistentes pueden sobrecargar los riñones y provocar complicaciones de salud para el paciente.