La percepción del tiempo es un término general utilizado en los campos psicológicos para describir la forma en que diferentes individuos perciben el paso del tiempo. Está muy relacionado con cuestiones tan comunes como la gestión del tiempo, la procrastinación y la perspectiva. La percepción del tiempo tiende a tener una influencia significativa en la personalidad de uno. Las personas que planifican exhaustivamente todos los aspectos de sus vidas y las personas que guardan todas las tareas para el último minuto, por ejemplo, tienen percepciones muy diferentes del tiempo y su paso. La percepción del tiempo de un individuo puede cambiar significativamente en función de la naturaleza de la actividad actual, un cambio en la filosofía de la vida, el uso de drogas u otros factores.
Un aspecto amplio de la percepción del tiempo conocido como «perspectiva» se refiere al punto de vista general de uno con relación al tiempo, particularmente cuando el tiempo se relaciona con un objetivo determinado. Un individuo con una perspectiva de tiempo presente es aquel que elige «vivir para el ahora» basándose en las creencias de que el presente no afecta el futuro de formas que sean de particular importancia. Las personas con tales perspectivas tienden a planificar poco y generalmente son más impulsivas que las personas con perspectivas de futuro. Uno con una perspectiva de tiempo futuro, por otro lado, planifica y actúa basándose en la noción de que el presente tiene un efecto sustancial e importante en el futuro. Estos individuos tienden a pensar detenidamente en las implicaciones a largo plazo de sus acciones y a actuar de manera más estratégica que sus contrapartes de la perspectiva actual.
Otro aspecto relacionado de la percepción del tiempo al que se hace referencia como «urgencia del tiempo» es más importante en la acción diaria que en la perspectiva general. Las personas con poca urgencia temporal tienden a tener poca conciencia del paso del tiempo. Prestan poca o ninguna atención a los plazos y tienden a asumir que tienen más tiempo del que realmente tienen para completar una tarea determinada. Las personas con una gran urgencia de tiempo, por otro lado, tienden a priorizar las tareas, prestan mucha atención a los plazos y controlan el tiempo restante constantemente.
Una variedad de diferentes trastornos psicológicos y neurológicos, incluidos el autismo y la esquizofrenia, pueden afectar significativamente la percepción del tiempo. La percepción del tiempo también puede verse alterada por algunas drogas psicoactivas recreativas y terapéuticas. Esto sugiere que existe una base fisiológica de la percepción del tiempo. Los factores psicológicos también pueden afectar la percepción del tiempo de un individuo en algunos casos. Las actividades placenteras o emocionantes, por ejemplo, parecen llevar mucho menos tiempo que las actividades aburridas o desagradables que en realidad requieren la misma cantidad de tiempo.