La debilidad y la sensibilidad en el brazo izquierdo pueden ser causadas por varias cosas diferentes, pero las lesiones, la distensión muscular y las enfermedades tienden a ser las más comunes. Las personas que experimentan debilidad en un solo brazo generalmente deben tener el problema diagnosticado por un médico experto, ya que este tipo de aislamiento suele ser una señal de que algo no está bien. El problema no siempre es grave, pero arreglar las cosas antes de que empeoren es una de las mejores formas para que las personas se mantengan saludables. La debilidad del lado izquierdo que no se trata puede causar tensión y fatiga en los músculos del lado derecho que están trabajando más para compensar, lo que a menudo solo agrava el dolor y la incomodidad.
Lesión
La debilidad del brazo izquierdo suele ser consecuencia de algún tipo de lesión. Cada vez que una persona se rompe un hueso en su brazo, muñeca o mano izquierda, por ejemplo, puede sentir fatiga u hormigueo cuando el cuerpo responde al trauma. Los cortes y laceraciones también pueden ser causas, e incluso los moretones profundos pueden causar debilidad temporal.
Los esguinces de muñeca y codo tienen efectos similares. Los esguinces se producen cuando un ligamento se ve obligado a estirarse más allá de lo normal y, como resultado, el tejido muscular se lesiona. En algunos casos, un nervio pinzado, que es cuando uno de los nervios que van al brazo o la mano se tuerce o “pellizca” entre los músculos y los tendones, también puede provocar debilidad o entumecimiento. Los esguinces y los nervios pinzados a menudo desaparecen por sí solos, pero ambos requieren un período de descanso para el área afectada. En casos más graves, es posible que se necesite algún tipo de terapia de rehabilitación para asegurarse de que no se repitan los sentimientos de debilidad.
La debilidad también suele ser una parte bastante normal de la recuperación de una lesión en el brazo. Parte de esto se debe al proceso de curación real, ya que el recrecimiento óseo y la regeneración muscular requieren mucha energía. También puede deberse a la falta de uso, ya que el brazo puede perder fuerza debido a la inactividad durante el período de recuperación más «tranquilo».
Uso excesivo
Algunas actividades normales, repetidas una y otra vez, con el tiempo también pueden causar debilidad en el brazo izquierdo. Una de las condiciones de uso repetitivo más conocidas es el síndrome del túnel carpiano, que resulta del uso excesivo de los soportes articulares alrededor de las muñecas. Las personas que pasan mucho tiempo con las muñecas en un ángulo «encajado» tienen mayor riesgo de desarrollar un túnel carpiano; cuando el síndrome ocurre en un solo lado, generalmente es el resultado de usar una mano o muñeca con más frecuencia que la otra. Los inspectores y los empleados de las tiendas que escanean constantemente cosas a través de una máquina de códigos de barras con una mano son solo un ejemplo.
La tendinitis, que es el uso excesivo de los tendones que sostienen las articulaciones, también puede ser la causa. Esta afección puede ocurrir en el codo, el hombro o la muñeca y, por lo general, provoca una pérdida de fuerza en todo el brazo. Las personas pueden contraer tendinitis por movimientos repetidos, como balancear un palo de golf o una raqueta de tenis, así como por un aumento repentino de la dependencia muscular. Alguien que normalmente es bastante sedentario pero que pasa un día entero levantando cajas pesadas puede debilitar su brazo izquierdo como consecuencia del uso excesivo, por ejemplo.
Enfermedades y enfermedades
Muchas afecciones médicas pueden tener debilidad del brazo izquierdo como síntoma primario o secundario. Entre los más críticos está el paro cardíaco, más comúnmente conocido como ataque cardíaco, donde el dolor agudo en el pecho y la presión en el pecho a menudo se acompañan de debilidad en el brazo izquierdo. La bursitis es otra causa común que ocurre cuando las bursas, que son compartimentos llenos de líquido que protegen las articulaciones, se inflaman. Esto causa hinchazón y malestar, y también puede provocar entumecimiento y debilidad en uno o ambos brazos. Cualquier enfermedad o dolencia que cause inflamación, incluida la gripe común, puede tener este efecto en los brazos, aunque la mayoría de las veces afectan a ambos a la vez.
Las condiciones degenerativas como la esclerosis múltiple también pueden hacer que una persona sienta debilidad en un brazo. No es raro que la sensación cambie periódicamente de un brazo al otro, o de los brazos a las piernas; En estos casos, la debilidad suele aparecer y desaparecer a medida que los pacientes experimentan brotes.
Los depósitos de calcio en los huesos del brazo o la muñeca izquierdos también pueden ser una causa, al igual que los quistes y los tumores; varios cánceres de la sangre y los huesos también pueden provocar debilidad si se encuentran cerca de un centro nervioso importante. Los crecimientos importantes suelen ser visibles en la superficie del brazo, pero no siempre. En el momento en que algo es aparente debajo de la piel, por lo general ha estado creciendo durante algún tiempo, lo que a menudo significa que es más grave.
Prevención y Tratamiento
La mayoría de los expertos médicos recomiendan que las personas acudan a una evaluación si experimentan debilidad que dura más de uno o dos días, o en cualquier momento en que la debilidad se acompañe de dolor o hinchazón. Un examen puede descartar cualquier problema grave y, al mismo tiempo, ayudar a formar un plan de atención para cualquiera que sea la dolencia subyacente.
La prevención de la debilidad en primer lugar suele ser una cuestión de ir a lo seguro cuando se trata de esfuerzo y asegurarse de descansar cuando se realiza una actividad extenuante. Hay muchas formas diferentes de tratar la debilidad según su causa. Se pueden usar aparatos de protección para minimizar el daño de cosas como lesiones por uso repetitivo, y los cabestrillos pueden ayudar a estabilizar los músculos torcidos o tensos; Los analgésicos y los relajantes musculares también pueden ser útiles, según las circunstancias.