Se crea una imagen multiespectral midiendo la energía en varias longitudes de onda y usando diferentes colores para representar la energía presente a lo largo de cada longitud de onda por separado. Las imágenes variadas en escala de grises, conocidas como bandas, reciben un color diferente y se combinan para crear una imagen compuesta. Por ejemplo, la Banda A puede ser de color rojo, mientras que la Banda B es de color azul y la Banda C es de color verde. Póngalos juntos y los patrones de color formados en la imagen compuesta permiten al espectador identificar las características de la superficie del objeto.
Una imagen de satélite que detalla características tales como montañas, edificios y agua en amplias franjas de tierra es un excelente ejemplo de una imagen multiespectral y uno de los usos más comunes de la tecnología multiespectral. El programa de satélites Landsat de los Estados Unidos ha proporcionado una amplia gama de imágenes multiespectrales desde el lanzamiento de su primer satélite en 1972. Ese satélite transmite enormes cantidades de datos a la Tierra de forma continua. Landsat 7, el satélite Landsat más nuevo, se encuentra en una órbita que le permite volver a obtener imágenes de una porción de 2 grados de la Tierra cada 16 días.
La información proporcionada por las imágenes multiespectrales Landsat es valiosa en una variedad de campos, incluida la hidrología, el monitoreo ambiental y la evaluación del uso de la tierra. Muchos países confían en la información del programa con sede en EE. UU. Y han establecido estaciones para recibir la información directamente. Las estaciones brindan a esos países la oportunidad de recibir la información casi tan pronto como se recopila, sin la demora de esperar a que la NASA procese y redistribuya las imágenes. La NASA aprueba las estaciones con el acuerdo de que las estaciones proporcionarán los datos a quienes los necesiten dentro de su región.
Las imágenes multiespectrales del espacio comenzaron en 1968, cuando la NASA las incluyó en la misión Apolo 9. No pasó mucho tiempo antes de que se lanzaran satélites no tripulados diseñados específicamente para imágenes multiespectrales. La tecnología no ha dejado de avanzar en las décadas posteriores, y las imágenes hiperespectrales que pueden capturar las llamadas bandas estrechas de información, en comparación con las bandas anchas de las imágenes multiespectrales, ahora brindan datos aún más detallados para científicos y otros.
Las imágenes hiperespectrales pueden capturar un ancho de franja tan relativamente pequeño como 11 kilómetros, o menos de 7 millas. El problema con este tipo de imágenes durante mucho tiempo había sido la velocidad requerida para los equipos que viajaban en vehículos aéreos y espaciales en rápido movimiento. La velocidad del vehículo dejó muy poco tiempo para que el equipo se enfocara y creara una imagen tan detallada. Los avances científicos han borrado esa barrera.