Algunos tipos de tecnología de biocombustibles son bastante antiguos, como la quema de madera para obtener calor, mientras que otros, como el biodiésel de algas, son relativamente modernos. Lo más importante que separa los diferentes tipos de tecnología de biocombustibles es, en general, la forma en que se procesan. Algunos biocombustibles, como la madera, se utilizan con relativamente poco procesamiento, mientras que otros requieren procesos especiales para extraer cualquier cosa utilizable. Algunas personas esperan un aumento drástico en el uso de la tecnología de biocombustibles como fuente de energía, pero otras piensan que los límites inherentes de la tecnología funcionarán para arruinarla a largo plazo.
Los tipos más primitivos de tecnología de biocombustibles implican simplemente tomar partes de plantas y otros materiales biológicos y quemarlos. Un ejemplo bien conocido de esto sería el uso de madera para calentar casas. Otro ejemplo que funciona de manera un poco diferente es la quema de estiércol de animales de granja. Estos tipos de biocombustibles se utilizan principalmente para calentar, pero hay algunos otros usos posibles que implican formas de aprovechar la energía del calor gastado en el proceso de combustión.
Otro tipo común de tecnología de biocombustible con posibilidades más ampliadas es la fermentación de plantas para producir etanol. Es muy combustible y funciona bien como combustible para vehículos. La planta que se utiliza principalmente para esto es el maíz, y hay muchos cultivos de maíz sembrados estrictamente para este propósito.
El biodiésel es algo similar al etanol en el sentido de que utiliza materia vegetal, pero se basa en aceites y grasas en lugar de azúcares. Su principal ventaja es que toda la tecnología necesaria ya está ampliamente en uso. Cualquier motor diesel básicamente puede quemar biodiesel sin ninguna modificación importante. Hay algunos pequeños ajustes que algunas personas hacen al cambiar los vehículos diésel normales a este combustible, pero generalmente se pueden realizar con muy poco esfuerzo. Con el etanol, se necesitan vehículos de combustible flexible para aprovecharlo al máximo.
Hay algunas ventajas y desventajas diferentes con la tecnología de biocombustibles, y hay muchos argumentos sobre el potencial final de los biocombustibles. Algunas personas sienten que la limitación inherente del uso de la tierra hará imposible que la tecnología de los biocombustibles sea una fuente de energía primaria. También existen preocupaciones sobre el costo y la energía necesarios para producir una cantidad significativa de biocombustible.
Algunas personas que favorecen el aumento de la financiación de los biocombustibles argumentan que los descubrimientos científicos podrían permitir a las personas hacer un uso más eficiente de estas tecnologías en el futuro, lo que en última instancia podría hacerlas mucho más viables. Por ejemplo, el biodiésel a base de algas ha mostrado un rendimiento de combustible mucho mayor en relación con la tierra utilizada en comparación con otras fuentes de biodiésel.