Los punteros láser son láseres visibles con una potencia de salida relativamente baja que se utilizan con frecuencia en salas de conferencias y demostraciones para señalar temas de interés en un tablero de presentación. En un entorno escolar, se han vuelto omnipresentes y son ayudas didácticas muy útiles. Una caída en el precio de los punteros láser también ha llevado a un mayor uso entre la población en general. El uso más común de estos dispositivos ha generado preocupaciones sobre su seguridad, especialmente alrededor de los ojos.
La mayor preocupación con los punteros láser y los ojos son los problemas ópticos temporales. Estos problemas incluyen ceguera por flash, deslumbramiento y persistencia de imágenes. La ceguera por flash ocurre cuando alguien se expone a una fuente de luz brillante. Si bien solo dura unos segundos, puede ser extremadamente peligroso cuando alguien está involucrado en una tarea que requiere visión, como conducir. Las imágenes residuales pueden durar varios días y tomar la forma de pequeñas manchas en la visión. El deslumbramiento, una reducción de la visibilidad causada por la luz brillante, se produce mientras el láser se dirige a los ojos.
Afortunadamente, los problemas oculares más comúnmente asociados con los punteros láser no toman la forma de daño permanente. Sin embargo, la reducción de la visibilidad puede representar un peligro, por lo que estos dispositivos deben usarse con cuidado. También pueden producirse daños ópticos más profundos si la exposición es prolongada. La mayoría de los punteros láser tienen una salida de potencia muy baja, pero cuando se enfoca en la retina a través del cristalino del ojo, puede causar daño. Mirar continuamente un láser a través de un ojo completamente dilatado durante más de un minuto puede causar una quemadura en la retina.
En la mayoría de las regiones, el etiquetado de los punteros láser está regulado. El dispositivo debe tener una etiqueta de «precaución» que también indique en qué clase se encuentra el láser y la potencia de salida. Muchos punteros láser son dispositivos IIIA, lo que significa que existe la posibilidad de que se dañen con la exposición directa al láser. Los láseres de clase dos son menos potentes y son una mejor opción si le preocupa la seguridad. Sin embargo, la salida de luz más baja puede no ser efectiva en una sala de conferencias.
Si se usa de manera responsable, un puntero láser no debería representar un peligro. Nunca debe usarse como un juguete o apuntar directamente a otra persona. Cuando utilice un puntero láser en exteriores, tenga cuidado con los automóviles y aviones que pasan, ya que se han documentado casos de problemas relacionados con los láseres a los ojos de los pilotos y conductores. No permita que un niño use este dispositivo, y si encuentra uno apuntando a su ojo, muévase y recuérdele a la persona que lo apunta que estos dispositivos no deben apuntar hacia la cara de alguien.