¿Qué es el flujo de agua subterránea?

El flujo de agua subterránea es el movimiento del agua que viaja y se filtra a través del suelo y las rocas subterráneas. Almacenada en cavidades y poros geológicos de la corteza terrestre, el agua subterránea confinada está sometida a una gran presión. Su parte superior es más baja que el material en el que está confinado. Agua subterránea no confinada es el término para un acuífero con una superficie de agua expuesta.

El agua fluye a través de la superficie terrestre y luego penetra el suelo y la roca. Una vez que pasa a la tierra, el agua todavía se mueve. La velocidad del flujo de agua subterránea depende de los materiales del subsuelo y de la cantidad de agua. Desde la superficie de la tierra, el agua se mueve hacia el nivel freático. Los hidrólogos pueden predecir y medir el caudal, así como el nivel y la pendiente. Los problemas ocurren cuando el agua atraviesa una zona insaturada y recoge sustancias, algunas de las cuales son tóxicas.

La toxicidad es peligrosa porque los suministros de agua subterránea se utilizan para el agua potable pública. El recurso también riega tierras agrícolas, se utiliza para desarrollar áreas urbanas y abastece de agua potable a las poblaciones rurales a través de sistemas de pozos. Algunos ecosistemas, como los sistemas acuáticos en regiones áridas y márgenes costeros, dependen del agua subterránea para sobrevivir. La contaminación por residuos industriales y urbanos no controlados está comenzando a afectar a los acuíferos.

Al igual que el agua superficial, el flujo de agua subterránea se mueve hacia abajo en cualquier dirección en la que descienda el nivel freático. Su caudal es mucho más lento que el del agua superficial. El agua del río fluye generalmente miles de veces más rápido. El agua subterránea puede tardar más de 10 años en moverse una milla, por lo que los problemas de agotamiento y contaminación no se resuelven rápidamente.

Monitorear los niveles y el flujo de agua subterránea es caro, pero el monitoreo está recolectando datos importantes. Los datos recopilados se están utilizando para mejorar la construcción de pozos, determinar la dirección del flujo de agua subterránea y comprender mejor los acuíferos y el almacenamiento. La gestión adecuada de este recurso natural puede garantizar que siga siendo seguro y abundante.

Según el Servicio Geológico de EE. UU. (USGS), aproximadamente el 25 por ciento de toda el agua utilizada en los EE. UU. Proviene de aguas subterráneas, principalmente de acuíferos de agua dulce. El resto proviene de aguas superficiales. La Asociación Internacional de Hidrogeólogos (IAH), una entidad no gubernamental, sostiene que alrededor de 2 mil millones de personas en todo el mundo dependen de esta forma de agua. En épocas de sequía, los acuíferos pueden aliviar la presión sobre la actividad económica.
El agua subterránea no se puede reponer indefinidamente. Las investigaciones sugieren que la gestión adecuada en todo el mundo es una de las principales preocupaciones de la política mundial del agua. Sin embargo, hasta que se resuelvan los problemas con la información de investigación almacenada, las naciones están teniendo dificultades para reunir pruebas para respaldar un plan global.