¿Cuáles son los diferentes tipos de tratamiento de disentería?

La disentería es una afección médica, a menudo causada por bacterias o parásitos, que afecta los intestinos, principalmente el colon. Esta afección causa diarrea, que a menudo contiene sangre o moco y causa dolor abdominal y fiebre. Si no se trata adecuadamente, esta condición puede ser fatal. El tratamiento de la disentería generalmente consiste en una estrecha supervisión por parte de profesionales médicos, el reemplazo de líquidos y medicamentos recetados. Hay remedios caseros que muchos consideran opciones efectivas para el tratamiento de la disentería, pero deben usarse con precaución.

El paso más importante en el tratamiento de la disentería es evitar la deshidratación, ya que muchos de los líquidos corporales se pierden a través de los vómitos y la diarrea que a menudo acompañan a la disentería. El paciente debe beber tanta agua u otros líquidos como sea posible. En algunos casos, la terapia intravenosa se vuelve necesaria para mantener al paciente adecuadamente hidratado. Este tipo de tratamiento es generalmente necesario si el paciente no puede retener ningún líquido debido a vómitos o diarrea excesivos.

Una vez que las pruebas de laboratorio determinan el tipo de disentería involucrada, se pueden usar medicamentos recetados. Si se determina que un parásito, como un tipo de gusano, es el responsable, el tratamiento de la disentería generalmente implica medicamentos amebicidas destinados a matar al parásito. Sin embargo, los antibióticos son un tratamiento más eficaz si una infección bacteriana ha provocado la disentería. En algunos casos, el tratamiento de la disentería puede consistir en una combinación de ambos tipos de medicamentos. En los casos leves, el médico puede decidir simplemente controlar la afección sin recetar ningún tipo de medicamento, ya que los casos leves generalmente se resuelven por sí solos en una semana.

Algunos pacientes prefieren adoptar un enfoque más natural para el tratamiento de la disentería y existen varias opciones que han funcionado bien para muchas personas. Los pacientes deben tener cuidado y visitar a un médico si los síntomas se vuelven extremos o si el paciente sospecha una posible deshidratación. Dado que el objetivo principal es mantener al paciente hidratado, estos tratamientos suelen tener mucha validez.

Un remedio casero famoso y relativamente fácil que se usa a menudo como tratamiento contra la disentería consiste en moler la raíz de jengibre en un polvo fino y luego agregar este polvo a un vaso de agua tibia y beber la solución. Otro remedio casi igualmente popular consiste en tomar el jugo de un limón y mezclarlo con un poco de sal de roca y azúcar. Se cree que esto funciona ayudando a mantener el equilibrio de electrolitos en el cuerpo mientras previene la deshidratación.