¿Qué son las fenotiazinas?

Las fenotiazinas son medicamentos con un efecto principalmente sedante que se utilizan en el tratamiento de ciertos tipos de enfermedades mentales. Estos medicamentos también se pueden usar para controlar el dolor, las náuseas y algunos otros problemas médicos. Tienen algunos efectos secundarios potencialmente graves, y su uso debe discutirse cuidadosamente con un médico antes de continuar. Es especialmente importante revisar a fondo el historial médico del paciente primero, ya que las fenotiazinas pueden ser peligrosas para pacientes con afecciones médicas preexistentes y otras prescripciones.

Estos fármacos actúan en el cerebro como un depresor del sistema nervioso central, sedando al paciente en diversos grados según el fármaco y la dosis. Se encuentran disponibles formatos orales, supositorios e inyectables. Los efectos del fármaco en el cerebro también pueden suprimir algunos tipos de dolor, pueden ser útiles en el tratamiento de algunos trastornos del movimiento y pueden tratar los vómitos crónicos.

El efecto secundario potencial más grave de las fenotiazinas es una afección llamada discinesia tardía, en la que el paciente experimenta movimientos involuntarios e incontrolados como espasmos, incluso después de suspender el medicamento. Los pacientes que notan cambios en el movimiento mientras toman el medicamento deben discutirlos con un médico, ya que pueden ser un signo de desarrollar efectos secundarios. Los pacientes también suelen experimentar un aumento de la sensibilidad de la piel, sequedad de boca y una reducción de la sudoración mientras toman fenotiazinas. Algunos desarrollan orina oscura y aumentan de peso debido a cambios metabólicos.

Los médicos que tratan a pacientes con fenotiazinas generalmente comienzan con medicamentos suaves en dosis bajas para ver si serán efectivos en el manejo de una condición que otros medicamentos no pueden controlar. Si estos medicamentos no son efectivos, se pueden ajustar. Mantener las dosis bajas brinda a los pacientes los beneficios y reduce el riesgo de efectos secundarios. Los pacientes serán monitoreados de cerca mientras toman fenotiazinas para detectar signos de complicaciones y malas interacciones medicamentosas.

Por lo general, estos medicamentos no se recomiendan para personas con problemas de hígado y riñón e interactúan mal con una larga lista de medicamentos. Otros medicamentos con efecto depresivo sobre el sistema nervioso central pueden ser peligrosos, al igual que el consumo de alcohol. Los pacientes que toman fenotiazinas deben asegurarse de que sus proveedores de atención estén al tanto de esto y es posible que deseen llevar una tarjeta de alerta médica con información de prescripción. En el caso de una emergencia, ser consciente de los conflictos de medicamentos potencialmente peligrosos permitirá a los proveedores de atención tomar las mejores decisiones para un paciente que puede no estar consciente o no poder participar en la toma de decisiones.