Un quiste de ganglio del pie es una hinchazón o crecimiento que ocurre alrededor de cualquiera de las diversas articulaciones del pie. Es menos común que un quiste del ganglio de la muñeca, aunque puede ocurrir y causar problemas si no se trata. Si se produce dolor debido al quiste del pie del ganglio, es posible que desee consultar a un médico antes de intentar cualquier tratamiento. Estos quistes a veces se denominan protuberancias bíblicas porque uno de los tratamientos tradicionales implica el uso de un libro pesado, como una Biblia, para reventar el quiste. Sin embargo, se recomiendan tratamientos más seguros y precisos.
A veces, el quiste del pie del ganglio no duele ni afecta el movimiento normal de la articulación de ninguna manera. Si este es el caso, es posible que no haya necesidad de ningún tratamiento específico y es probable que el quiste desaparezca por sí solo después de un tiempo. Si el quiste del pie del ganglio se acompaña de dolor o si la movilidad de la articulación se reduce como resultado de la posición del quiste, visitar a un médico le dará algunas opciones de tratamiento diferentes. El quiste se puede aspirar, lo que implica extraer el líquido dentro del quiste con una aguja. Luego se inyecta un esteroide en el quiste y se entablilla el pie para evitar que se mueva a medida que cicatriza la herida. Es posible que la aspiración solo deba realizarse una vez, aunque algunos quistes pueden requerir tres o más tratamientos.
La cirugía puede ser necesaria para los casos más graves de quiste ganglionar del pie. Por lo general, esta opción no se recomienda como tratamiento primario porque la cirugía puede dañar los tejidos circundantes y los nervios, y el quiste puede reaparecer incluso después de extirparlo. Sin embargo, si el quiste del pie del ganglio causa dolor constante o intenso, esta cirugía puede ser una buena opción. Básicamente, un cirujano cortará el área afectada para extirpar el quiste; a veces, la incisión es bastante pequeña, lo que hace que la recuperación sea mucho más rápida y sin dolor. Será necesario entablillar el área y protegerla contra infecciones mientras se produce la curación. El tiempo de curación puede variar, pero no es infrecuente de varios días a varias semanas.
Es difícil prevenir la aparición de quistes ganglionares porque no hay pruebas sólidas de sus causas. La detección y el tratamiento tempranos es el mejor curso de acción, y se debe evitar la opción de la terapia bíblica, ya que romper el quiste del pie del ganglio puede provocar otras lesiones y es posible que en realidad no trate el quiste en absoluto.