La jeringa precargada es relativamente nueva en el mercado de las jeringas. Hasta la década de 1980, este método de administración de medicamentos, que incluye el llenado de jeringas de fábrica con diferentes medicamentos, no era tan común. Sin embargo, desde la década de 1980, ha aumentado la demanda de dispositivos convenientes, que eliminan la necesidad de extraer el medicamento en una jeringa y, por lo tanto, mejora la velocidad a la que se pueden administrar ciertos medicamentos. También puede aumentar la precisión en la dosificación, ya que se espera que el medicamento en la jeringa precargada sea el mismo con cada dosis. En la actualidad, hay muchas vacunas que están disponibles en formas precargadas y también se pueden obtener algunos medicamentos para uso doméstico, lo que muchos creen que ayuda a eliminar algunas de las conjeturas de las inyecciones caseras para las personas que deben autoinyectarse medicamentos.
La jeringa precargada promedio contiene medicamento en un cartucho de plástico y tiene una tapa de plástico para cubrir la aguja y evitar pinchazos accidentales con la aguja. Es importante seguir un protocolo específico sobre inyecciones, pero se puede decir que la mayoría de estas jeringas son de un solo uso. Esto significa que se descartan inmediatamente después de inyectarse el medicamento.
Vale la pena repetir que estas jeringas generalmente no están aprobadas para su reutilización de ningún tipo. Al igual que con cualquier método de eliminación de agujas, el personal médico y los médicos deben desechar la jeringa de una manera aprobada. Las personas que se autoinyectan pueden necesitar llevar las jeringas a un médico o farmacéutico para desecharlas de forma segura; las jeringas nunca deben tirarse a la basura.
Algunos tipos comunes de jeringas precargadas para uso doméstico incluyen aquellas que contienen medicamentos como la insulina. Otro medicamento que suelen llevar las personas con alergias graves es la epinefrina, y aunque el método de inyección es ligeramente diferente, los dispositivos como el Epi-pen® son un buen ejemplo de una jeringa precargada. Los fabricantes de suministros médicos y medicamentos notan una creciente demanda de jeringas que vienen precargadas. Esto significa que si un medicamento inyectable no está disponible ahora, podría estarlo en el futuro. Las variantes precargadas más nuevas también pueden presentar otros cambios, como la capacidad de inyectar medicamentos sin usar una aguja.
Quizás la ventaja más clara de la jeringa precargada es que no es necesario utilizar un vial adjunto para extraer la medicación. Dado que la extracción no siempre es precisa, es posible que las personas tengan que desperdiciar algo de medicamento porque se han sobregiro. También hay más preocupaciones de que en este proceso puedan entrar burbujas de aire en la jeringa, y existen problemas definidos por la inyección accidental de demasiados medicamentos o por no obtener suficiente con cada dosis.
Hay ventajas en el método de dibujo. Puede ser más fácil almacenar los medicamentos de forma más segura. Muchas jeringas precargadas deben almacenarse en el refrigerador, donde puedan ser fácilmente accesibles para los niños pequeños, lo que representa un grave peligro. Desde un punto de vista práctico, almacenar varias jeringas en el frigorífico puede ocupar mucho más espacio, mientras que las jeringas y viales sin llenar se pueden guardar de forma segura en un armario sin ocupar espacio en el frigorífico.