La cirugía de ganglios es un procedimiento que se utiliza para extirpar lo que se conoce como quiste de ganglio. El quiste, a veces conocido como un bulto bíblico, es una masa de tejido que se puede formar en el dorso de la mano, la parte delantera o trasera de la muñeca y, en algunos casos, en otras partes del cuerpo. Aunque generalmente son indoloros, los quistes pueden crecer hasta el punto en que comienzan a impedir el movimiento, por lo que es necesario extraerlos.
En la mayoría de los casos, someterse a este tipo de cirugía no requiere dormir y permanecer en un hospital durante varios días. Los casos más comunes de extirpación de quistes ganglionares involucran la muñeca o el dorso de la mano. Cuando este sea el caso, el cirujano usará un anestésico local para amortiguar la sensación en el área y luego hará una pequeña incisión cerca del quiste. Suavemente, el cirujano extrae la masa de tejido y el tallo que une el quiste con el otro tejido en el área inmediata.
Una vez que se extrae el quiste, la siguiente fase de la cirugía del ganglio consiste en sellar la incisión. Dependiendo de la longitud de la incisión, se pueden usar suturas o suturas simples de varios tipos. Una vez sellada la incisión, se aplica un vendaje protector. El vendaje capturará cualquier líquido que pueda escaparse de la incisión y protegerá la herida de los contaminantes del aire a medida que cicatriza.
En situaciones en las que el quiste se encuentra en la columna o en la cadera, el proceso puede tardar un poco más, pero tiende a seguir el mismo patrón básico. Se administra un anestésico local, el cirujano hace una incisión, extrae el quiste y sella la incisión. La recuperación de la extirpación de un quiste ganglionar de cualquier tipo es de corta duración, y el paciente normalmente solo tiene que abstenerse de ejercer presión sobre el área durante uno o dos días.
Además de la extirpación del quiste, la cirugía de ganglios también permite al cirujano observar el área circundante. Esto permite determinar si existe algún factor de complicación, como hinchazón de las articulaciones, hematomas del tejido o hinchazón del tendón como resultado de la presencia del quiste. Dependiendo de las circunstancias, el cirujano puede recetar medicamentos para ayudar a curar el daño leve, así como para ayudar a minimizar cualquier dolor que pueda experimentar la hinchazón o la cirugía en sí.
Es importante recordar que los quistes de la mano, los quistes de la muñeca e incluso los quistes en los hombros y la columna pueden reaparecer. Sin embargo, la cirugía de ganglios que elimina tanto el quiste como el tallo ayuda a minimizar las posibilidades de que se desarrollen más quistes en el área, especialmente si se descubre y se trata un problema de salud subyacente como resultado de la cirugía. Después del procedimiento, el paciente puede pasar varios años antes de que aparezca otro quiste y posiblemente no experimente otro quiste ganglionar por el resto de su vida.