¿Qué es un injerto de cresta ilíaca?

Un injerto de cresta ilíaca es un injerto óseo en el que se extrae un trozo de hueso de la región superior de la pelvis de un paciente y se implanta en otro sitio dentro del cuerpo de ese paciente. Estos injertos óseos se denominan autoinjertos y se utilizan principalmente para reemplazar el hueso perdido por una lesión o enfermedad. Los injertos óseos se utilizan en muchas partes del cuerpo y ayudan en la curación de huesos que se han fracturado o huesos que no se formaron correctamente al nacer.

El ilion es el hueso más grande de la cadera. Está formado por una mitad derecha y una izquierda que juntas crean la cintura pélvica en forma de ala. La cresta ilíaca es la porción curva superior de cada lado del ilion. Una gran superficie hace que el hueso ilíaco sea un sitio favorable para extraer hueso que se utilizará para un injerto de cresta ilíaca.

El hueso extraído del hueso ilíaco es rico en factores de crecimiento y células que estimulan el crecimiento óseo. El injerto de cresta ilíaca puede servir como marco para el crecimiento de hueso nuevo entre dos piezas de hueso. Los injertos de la cresta ilíaca se pueden insertar entre dos vértebras cuando es necesaria una fusión espinal para estabilizar la columna vertebral. Estos injertos también se pueden usar para reparar paladar hendido, fracturas de huesos largos que no sanan o daño a los huesos causado por una lesión traumática.

Existen ventajas de extraer hueso de la cresta ilíaca y utilizarlo como autoinjerto. Volver a implantar hueso en el mismo paciente elimina cualquier rechazo del injerto que podría ocurrir si el cuerpo reconoce el injerto como extraño. Un autoinjerto también reduce las posibilidades de contraer enfermedades de otro donante.

La extracción e implantación de un injerto de cresta ilíaca es un procedimiento quirúrgico que realiza un cirujano ortopédico. Los pacientes estarían bajo anestesia general y necesitarían pasar varios días en el hospital. El procedimiento involucra dos sitios quirúrgicos, un sitio para reparar el hueso y un segundo sitio para extraer hueso de la cadera. Se ordenarían radiografías de la zona a reparar antes y después de la cirugía para asegurar que el injerto se implanta correctamente.

La cirugía se puede realizar como un procedimiento abierto en el que el cirujano hace una incisión de 2 pulgadas (5 centímetros) en la piel sobre el hueso de la cadera. Se separan los tejidos y los músculos y se corta un trozo de hueso del hueso ilíaco. Este hueso se forma y se implanta en su ubicación final. Los efectos secundarios del procedimiento abierto incluyen dolor, hematomas y posibilidad de infección. El procedimiento abierto permite extraer grandes cantidades de hueso del hueso ilíaco.

Otra opción para la cirugía es la extracción de hueso con una aguja hueca o trépano. La incisión en la piel mide solo 0.8 pulgadas (2 centímetros) y el riesgo de infección se reduce considerablemente. El tiempo de recuperación es más corto y el paciente suele sentir menos dolor con este procedimiento. La recuperación completa después de un injerto de cresta ilíaca podría llevar hasta tres meses.