¿Qué puedo esperar de la fisioterapia pélvica?

La fisioterapia pélvica aborda los problemas del suelo pélvico que provocan problemas como incontinencia, dolor y tensión. Puede ser útil tanto para hombres como para mujeres como parte de un programa de fisioterapia. Algunas razones comunes para ver a un fisioterapeuta pélvico pueden incluir la recuperación de la cirugía de próstata, la atención posnatal y el tratamiento de la incontinencia. La terapia incluye una evaluación inicial y una serie de sesiones de seguimiento después de determinar qué tratamientos cubrirían las necesidades del paciente.

Algunos pacientes pueden ser derivados a fisioterapia pélvica, mientras que otros pueden buscarla por su cuenta. En la evaluación, el fisioterapeuta hará una serie de preguntas, algunas de las cuales pueden parecer intrusivas. Es importante responderlas con precisión y honestidad. Al igual que otros profesionales de la salud, los profesionales en este campo deben mantener la confidencialidad de la información de la sesión y no hablarán de problemas específicos del paciente con nadie más sin el consentimiento del paciente.

También puede ser necesario un breve examen. Esto puede incluir un examen interno en algunos casos, junto con el uso de ultrasonido para evaluar visualmente el piso pélvico. Con toda esta información, el fisioterapeuta puede hacer algunas recomendaciones de tratamiento. Las sesiones iniciales pueden incluir algunas actividades breves para comenzar a abordar el problema y proporcionar al paciente algunos ejercicios y cambios de estilo de vida para hacer en casa.

En la oficina, la fisioterapia pélvica puede incluir estiramientos guiados y ejercicios de estabilidad central, entrenamiento de biorretroalimentación y estimulación eléctrica suave. El paciente puede realizar algunos ejercicios mientras se utiliza la ecografía para evaluar la función del suelo pélvico. Algunos terapeutas integran el masaje y la liberación manual, donde pueden trabajar internamente para aflojar los músculos pélvicos tensos. Esto puede resultar incómodo, pero no debería ser doloroso. Debido a que la sesión puede ser íntima, los pacientes pueden solicitar un acompañante y pueden optar por no participar en los procedimientos si no se sienten cómodos.

La tarea se puede dar como parte de la fisioterapia pélvica. Se le puede pedir al paciente que haga ejercicio, que haga estiramientos en casa y que realice cambios en la dieta. Los ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico también se pueden realizar en casa. Estos respaldan el trabajo en las sesiones de la oficina para aumentar el control sobre el piso pélvico, aliviar el dolor y la tensión y abordar el problema médico subyacente que llevó al paciente a buscar terapia en primer lugar. Las sesiones de seguimiento pueden evaluar la respuesta a la terapia y determinar si es necesario ajustar el plan y cuándo el paciente parece estar recuperado o tan funcional como es posible con la fisioterapia pélvica.