Los corticosteroides son hormonas esteroides. Estas hormonas ayudan a aliviar la inflamación, los síntomas de alergia, el asma, las afecciones de la piel y otras enfermedades. Los estudios clínicos muestran una conexión entre los corticosteroides y la depresión. Los pacientes que toman corticosteroides pueden experimentar depresión leve o severa, dependiendo de la dosis, frecuencia de dosificación, otros medicamentos y la propia sensibilidad del paciente a la dosis de corticosteroides. La depresión y los cambios de humor se enumeran como algunos de los efectos secundarios de los corticosteroides.
Las glándulas suprarrenales del cuerpo producen corticosteroides de forma natural. Las hormonas son parte de las respuestas de lucha o huida fabricadas por la corteza suprarrenal. Los corticosteroides naturales manejan las delicadas funciones químicas y fisiológicas del cuerpo, como las respuestas al estrés, el sistema inmunológico, el metabolismo y más. Los científicos han desarrollado medicamentos corticosteroides sintéticos para tratar diversas enfermedades y sus síntomas, así como para proporcionar suplementos a las personas cuyo recuento de corticosteroides es bajo.
La correlación entre los corticosteroides y la depresión es ampliamente conocida, pero no se comprende por completo. A partir de 2011, los científicos no han podido determinar la causa exacta y la gravedad de la depresión de los pacientes que toman el medicamento. Algunos pacientes experimentan euforia, mientras que otros sufren episodios de depresión de leves a graves. Las pacientes que reciben corticosteroides son más propensas a sufrir cambios de humor y depresión que los pacientes masculinos. Las cantidades de dosis y la duración del régimen farmacológico no parecen determinar la gravedad o la prolongación de la depresión, pero los estudios muestran que la depresión suele aliviarse cuando se reduce la dosis del fármaco o se interrumpe el régimen por completo.
Por tanto, los efectos secundarios fisiológicos de los corticosteroides y la depresión son difíciles de predecir y tratar. Algunos estudios muestran que las anomalías genéticas determinan el nivel de depresión, ya que la posición y función de los neurotransmisores y los desequilibrios de las sustancias químicas producidas por el cerebro como la serotonina y la dopamina son genéticos. El estrés también juega un papel importante en la correlación entre los corticosteroides y la depresión. Los eventos que pueden desencadenar cambios de humor o depresión, como el nacimiento de un bebé o la muerte de un ser querido, se ven agravados por la droga.
Los usos más comunes de los corticosteroides es el tratamiento de la inflamación, en particular la artritis reumatoide y las enfermedades inflamatorias de la piel, los intestinos y el sistema respiratorio. Este medicamento está disponible en forma de crema, aerosol y tableta. En forma de crema o tableta oral, la betametasona, la hidrocortisona y la budesonida tratan las afecciones de la piel y el asma. La cortisona, dexametasona, metilprednisolona, prednisolona y prednisona generalmente se toman en forma oral para tratar artritis, colitis ulcerosa, psoriasis, alergias y lupus.