¿Cuál es el tratamiento para un accidente cerebrovascular isquémico?

Los tratamientos más comunes para un accidente cerebrovascular isquémico son varias formas de medicamentos, generalmente los que disuelven los coágulos de sangre o diluyen la sangre. Los medicamentos antiplaquetarios también se pueden usar para evitar que se produzcan coágulos en el futuro en pacientes que han tenido un accidente cerebrovascular anterior o que son susceptibles de sufrir un accidente cerebrovascular. La cirugía se usa típicamente para coágulos grandes o aquellos que no responden bien a tratamientos medicinales. Es posible que se necesiten terapias adicionales para permitir que los pacientes se recuperen por completo de los síntomas posteriores al accidente cerebrovascular.

Un accidente cerebrovascular isquémico es una afección que ocurre cuando un coágulo de sangre bloquea un vaso sanguíneo o una arteria. Los coágulos se pueden formar dentro del cerebro mismo, o se pueden formar coágulos o placa en otras partes del cuerpo y viajar hacia arriba en el cerebro. Los síntomas de un derrame cerebral pueden incluir entumecimiento en la cara, la cabeza, las manos, los brazos y las piernas. Los pacientes también pueden experimentar cambios en la visión, dificultad para hablar u otros problemas del habla, confusión, falta de equilibrio y síntomas inusuales de dolor de cabeza. Las personas que experimentan uno o más de estos síntomas deben buscar atención médica de emergencia.

El tratamiento que elegirá un médico para el accidente cerebrovascular isquémico dependerá de la ubicación y el tamaño del coágulo. Los coágulos de sangre más pequeños se pueden eliminar con un medicamento que disuelva el coágulo en sí o diluya la sangre. Luego, se debe investigar la causa subyacente de la coagulación para evitar que ocurran accidentes cerebrovasculares adicionales.

Es posible que se necesiten medicamentos adicionales después de un accidente cerebrovascular para prevenir sucesos futuros. Por lo general, estos diluyen la sangre y reducen las plaquetas para reducir el riesgo de coagulación. Aquellos con problemas de salud subyacentes también pueden recibir otros tratamientos.

Si un accidente cerebrovascular isquémico es causado por un coágulo muy grande, es posible que la medicación no sea eficaz para eliminarlo. Cuando esto ocurre, la cirugía suele ser el tratamiento más eficaz. Los procedimientos quirúrgicos se utilizan generalmente para eliminar manualmente el coágulo o ensanchar las arterias que conducen a la vena para que la sangre pueda moverse con mayor libertad. Los medicamentos se utilizan a menudo como tratamiento de seguimiento para que la cirugía sea más eficaz.

Los accidentes cerebrovasculares isquémicos pueden causar complicaciones de salud a largo plazo si no se tratan rápidamente. La falta de flujo sanguíneo al cerebro durante períodos prolongados puede provocar un daño cerebral permanente. Los accidentes cerebrovasculares son más comunes entre los ancianos, pero también pueden ocurrir en personas más jóvenes. Este riesgo aumenta en personas con ciertas condiciones de salud, como diabetes u obesidad.