¿Qué es el cuidado curativo?

La atención curativa es un tratamiento médico para curar o controlar una afección. Esto difiere de los cuidados paliativos para brindar apoyo en las etapas finales de la vida y cuidados preventivos para detener los problemas médicos antes de que comiencen. Un ejemplo de atención curativa son los antibióticos para una infección del tracto urinario; el medicamento está diseñado para eliminar las bacterias responsables de la infección, permitiendo que el paciente se recupere por completo.

No todas las condiciones se pueden curar. En algunos casos, solo es posible controlar o manejar la afección. Esto puede incluir tratamiento para tratar síntomas específicos, prevenir la progresión de la enfermedad u ofrecer otros beneficios al paciente. Las personas con asma, por ejemplo, pueden necesitar usar inhaladores para controlar la respiración y tomar otras medidas para protegerse, como vacunarse contra la gripe para reducir el riesgo de contraer una infección grave. La atención completamente curativa no está disponible en estas situaciones, pero el tratamiento puede mantener al paciente más cómodo y también puede extender la vida útil.

Los avances en la medicina cambian constantemente las opciones de tratamiento y, en ocasiones, descubren nuevos tratamientos que pueden hacer que afecciones previamente incurables sean manejables o curables. Los antibióticos son un ejemplo de tal desarrollo; históricamente, las infecciones relativamente leves podían matar a los pacientes porque no se disponía de un tratamiento curativo viable. Esto cambió con la introducción de antibióticos para matar bacterias, lo que permitió una recuperación completa de la infección en casos que alguna vez se consideraron fatales.

En el caso de que una afección se pueda eliminar por completo, las opciones de atención curativa pueden incluir medicamentos, el uso de dispositivos médicos y otras medidas como fisioterapia. Los proveedores de atención tienen una variedad de métricas que pueden usar para evaluar la efectividad del plan de tratamiento. Por ejemplo, si alguien sufre un accidente cerebrovascular, se le puede asignar al paciente una puntuación en una escala basada en la gravedad de los síntomas. A medida que el paciente se recupera, las reevaluaciones pueden determinar si la puntuación está cambiando y, si el paciente se recupera por completo, esto puede reflejarse en una puntuación perfecta.

A veces, la atención curativa puede resultar difícil. Puede ser posible tratar con éxito algunos cánceres, por ejemplo, mientras que otros pacientes no responden tan bien al tratamiento. Las adaptaciones constantes son críticas para permitir que los proveedores de atención adapten los tratamientos al paciente y cambien de dirección si una terapia claramente no está funcionando. En algunos casos, esto puede resultar en la transición de cuidados curativos a cuidados paliativos, para comenzar a aliviar el dolor y el sufrimiento del paciente sin tomar medidas heroicas para curar la enfermedad.