El plátano enano es un tipo de árbol de plátano originario del sudeste asiático que generalmente solo alcanza alturas de aproximadamente 4 pies (1.2 metros). La fruta producida por los árboles enanos sabe y se parece mucho a un plátano típico, pero solo tiene la mitad del tamaño. A diferencia de los árboles de plátano normales, que pueden alcanzar alturas de más de 26 pies (7.92 metros), los plátanos enanos más pequeños se pueden cultivar fácilmente en interiores.
El cavendish enano es la variedad de plátano que se encuentra con mayor frecuencia en los supermercados. A pesar de su nombre, crece hasta aproximadamente 8 pies (2.44 metros), lo que la convierte en una de las especies enanas más altas. El cavendish súper enano, mucho más pequeño que el cavendish enano normal, se considera una de las variedades más populares de plátanos enanos para los jardineros domésticos. La pequeña estatura de la planta y su potencial superior de producción de frutos la convierten en una buena opción para el cultivo de interior. El fruto del cavendish súper enano es rico y dulce y ofrece una sólida fuente de potasio.
Al igual que el típico árbol de plátano, el plátano enano necesita temperaturas cálidas. En climas fríos, generalmente deben cultivarse en interiores. En los días cálidos, las macetas podrían transferirse al exterior, siempre que se tenga cuidado de llevarlas adentro si las temperaturas caen por debajo de los 50 grados Fahrenheit (13 grados Celsius). Bajo ninguna circunstancia estas plantas deben exponerse a heladas o heladas. En climas cálidos, las plantas de banano enano se pueden cultivar al aire libre, pero se deben plantar en un área donde puedan recibir al menos cinco horas de sol al día.
El riego adecuado del plátano enano es esencial para una planta saludable. Si se riegan demasiado, puede dañar el sistema de raíces. Regar muy poco o permitir que la tierra se seque demasiado puede causar daños graves a la planta. La mayoría de los expertos coinciden en que el mejor enfoque es mantener el suelo ligeramente húmedo en todo momento.
El plátano enano crece mucho más rápido que la mayoría de las otras plantas y árboles, y debido a esto, estas plantas necesitan más fertilizante. Para las plantas de exterior, se debe aplicar fertilizante orgánico o soluble en agua una vez por semana durante los períodos de temperaturas elevadas. Durante los meses más templados, la fertilización se puede reducir a una vez al mes. Las plantas de interior crecen mucho más lentamente, por lo que la fertilización mensual suele ser suficiente. El fertilizante generalmente debe distribuirse en un círculo alrededor de la planta y nunca debe permitirse que toque el tronco.