Un respiradero de chimenea es la parte de una chimenea que proporciona una salida para los gases calientes que se transportan por la chimenea. Muchas regiones del mundo tienen leyes específicas sobre cómo se deben ventilar las chimeneas, que están diseñadas para abordar las preocupaciones sobre la seguridad contra incendios y la contaminación. También hay algunas consideraciones de diseño específicas que deben tenerse en cuenta al hacer o instalar un respiradero de chimenea, ya que un respiradero mal diseñado puede hacer que se acumulen gases dentro de la chimenea, lo cual es muy indeseable.
Las chimeneas se utilizan para transportar los subproductos de la combustión lejos del área donde se generan. Cuando se queman cosas como carbón, madera y gas para generar energía o calor, se crean gases de combustión, que incluyen una mezcla de gases y partículas. Estos gases de combustión pueden ser dañinos para inhalar y si se permite que se acumulen pueden sofocar el fuego, por lo que deben ventilarse lejos del área donde se producen, y aquí es donde entra una chimenea.
El cuerpo de la chimenea, conocido como conducto de humos, está diseñado a una altura y un ancho destinados a crear un tiro, un tirón suave que arrastra los gases de combustión hacia arriba por la chimenea y lejos de su fuente. El respiradero de la chimenea proporciona una salida, liberando los gases de forma segura al aire circundante. Muchas regiones requieren que los conductos de ventilación de las chimeneas tengan filtros para atrapar las partículas, y algunas también incluyen trampas para ciertos gases de combustión. El respiradero de la chimenea también debe tener una tapa para que el agua no entre en el conducto de humos, y es posible que necesite un parachispas para evitar que las chispas perdidas salgan de la chimenea y provoquen un incendio.
Mantener un sistema de chimenea en buen estado de funcionamiento es fundamental para la eficiencia y la seguridad. Si se permite que una chimenea se obstruya, es posible que no pueda ventilar los gases con tanta eficacia. Las acumulaciones también pueden convertirse en un peligro de incendio. La ventilación de la chimenea requiere una inspección periódica para confirmar que los filtros aún están en su lugar y que no es necesario reemplazarlos o limpiarlos.
Históricamente, las chimeneas se diseñaron para ventilar directamente al aire, y algunas eran bastante largas. Algunos sistemas de chimeneas ahora ventilan hacia los lados, o pueden ventilar gases a través de una serie de curvas, según el diseño. Para ciertas aplicaciones, como secadoras y calentadores de gas pequeños, puede que solo sea necesario tener una ventilación muy corta hacia el exterior que evite que los gases se acumulen en el interior.