A veces denominado software de elefante, se entiende comúnmente que el software de relleno se refiere al software que ocupa una cantidad significativa de espacio en un disco duro, pero que el usuario típico rara vez lo usa o no lo usa. Esencialmente, el concepto es que el software adicional está ocupando espacio en el disco duro que podría usarse para aplicaciones más productivas, lo que hace que el disco se sobrecargue o se infle con archivos y programas relativamente inútiles. Generalmente, el bloatware se incluye con características de programas de software que se utilizan con regularidad, lo que dificulta en cierto modo para el usuario medio eliminar los extras del disco duro sin afectar la función de las características deseables.
Uno de los problemas de intentar determinar qué constituye la hinchazón del software es el hecho de que estas características adicionales pueden no ser atractivas para un sector del mercado de usuarios, pero son muy atractivas para otro sector. Por lo tanto, lo que algunos consideran bloatware es muy apreciado y utilizado regularmente por otros. Esto hace que la definición de bloatware desde la perspectiva del consumidor sea algo subjetiva.
Para encontrar un término medio, algunos fabricantes de software han optado por estructurar las aplicaciones de manera que permita al usuario final no instalar funciones adicionales cuando cargue el programa por primera vez. Todos los archivos y protocolos esenciales necesarios para ejecutar los conceptos básicos de la aplicación se incluyen en un segmento principal del proceso de instalación. Estos extras, a veces denominados complementos, pueden eludirse y no instalarse si el consumidor no ve la necesidad de esas funciones. Hasta cierto punto, esto ha ayudado a apaciguar a los críticos que afirman que los fabricantes de software cargan intencionalmente funciones adicionales en versiones más nuevas de software antiguo cuando las funciones principales siguen siendo las mismas que antes.
La ventaja de manejar la incidencia de bloatware mediante la creación de complementos es que si el usuario final determina en una fecha posterior que una característica adicional determinada es deseable, simplemente carga el disco de software y llama al complemento que desea. y lo agrega a los archivos guardados en el disco duro. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la configuración de algunos programas requiere que el usuario final sobrescriba todo el programa para poder agregar complementos desde el disco. Si bien esto puede llevar un poco más de tiempo, muchos consideran que este enfoque sigue siendo preferible a tener que cargar extras para disfrutar de las funciones principales de la aplicación.