¿Qué es el calor radiante?

El calor radiante es el calor que irradia un elemento y calienta los objetos en lugar del aire. Un ejemplo de este calor con el que muchas personas pueden estar familiarizadas es el calor que emana de un elemento eléctrico en una estufa. La gente suele utilizar el término “calor radiante” para describir un tipo particular de sistema de calefacción para el hogar que se ha utilizado durante miles de años.

Cuando una casa se calienta con calor radiante, en lugar de calentar el aire y estimular su circulación, se instalan elementos radiantes en el piso, las paredes o el techo. Los elementos calientan la superficie circundante, que a su vez irradia calor hacia la habitación. También interviene algo de convección en un sistema de calefacción radiante, ya que el aire de la habitación se calienta de forma natural y comienza a fluir, lo que promueve la propagación del calor.

Hay una serie de ventajas en el uso de calor radiante. Este tipo de calor tiende a ser más eficiente, especialmente porque se puede instalar de varias formas creativas. También es silencioso y no requiere ventiladores ni ventiladores para funcionar. Puede ser más seguro, reduciendo el riesgo de incendio y haciendo que los niños estén más seguros, ya que no hay elementos calientes expuestos para que se quemen.

Clásicamente, el calor radiante se logra debajo del piso. En regiones del mundo con fuentes termales naturales y fuentes de energía geotérmica, como China, Italia e Islandia, la gente ha estado construyendo sus casas sobre fuentes termales para crear calor radiante natural durante bastante tiempo. En la era moderna, las personas también pueden calentar sus pisos con tubos de agua caliente, elementos eléctricos y otras técnicas. El agua caliente es especialmente atractiva para algunas personas, porque el agua puede calentarse con energía solar y usarse para bañarse y ducharse una vez que ha pasado por debajo del piso.

Para que el calor radiante funcione, es útil tener un piso que conduzca bien el calor. Los suelos de piedra, baldosas, hormigón y vidrio también pueden ser muy adecuados para este tipo de calefacción. Estos materiales también absorberán el calor del sol durante el día, complementando el sistema de calefacción radiante. Los materiales como la madera y las alfombras tienden a aislar el piso, reduciendo la cantidad de transferencia de calor y haciendo que el sistema de calefacción sea menos efectivo.

Las personas también pueden instalar elementos radiantes en paredes o techos, clásicamente utilizando placas de metal o cerámica para difundir el calor. La ventaja de instalar en el piso es que el calor aumenta, por lo que a medida que el aire cerca del piso se calienta, se desplaza hacia arriba y calienta la habitación. Por el contrario, la instalación en el techo hará que el ático y el techo estén calentitos, pero hará poco por la habitación.