Una gomfosis es una articulación que ancla un diente a su cavidad. Estas articulaciones tienen un rango de movilidad muy limitado para mantener los dientes firmemente en su lugar, aunque como se ilustra con los aparatos ortopédicos, es posible moverlos gradualmente con el tiempo. Se alinean la mandíbula superior e inferior en cada cavidad del diente, y también se conocen como juntas de clavija y cavidad. Cada diente tiene protuberancias óseas, las clavijas, que se enganchan en la cavidad con la ayuda de la gomfosis. Los trastornos de la boca a veces involucran estas articulaciones.
Esta articulación particular es un ejemplo de sinartrosis, una articulación con movimiento limitado o sin movimiento. Se pueden encontrar varias otras articulaciones de este tipo en el cuerpo, incluidas las conexiones entre las placas del cráneo. La gomfosis está compuesta de tejido fibroso, una colección de ligamentos resistentes que se unen a la cavidad y la base del diente. A medida que las personas crecen y pierden su conjunto inicial de dientes de leche, los nuevos dientes desarrollan gomfosis para anclarlos en la mandíbula.
Un trastorno que puede afectar la gomfosis es el escorbuto, una enfermedad del tejido conectivo. Los tejidos conectivos, como los ligamentos alrededor de los dientes, así como las encías, pueden comenzar a disolverse. Los pacientes con escorbuto no tratado pueden desarrollar dientes flojos que eventualmente pueden caerse porque las articulaciones son demasiado inestables. La infección periodontal y la inflamación también pueden dañar la articulación, causando dolor y erosión en el tejido blando. En otras ocasiones, los problemas dentales crónicos pueden aflojar los ligamentos y provocar pérdida de dientes o inestabilidad.
Los pacientes con aparatos ortopédicos y retenedores aprovechan el rango limitado de movimiento que ofrece la gomfosis para colocar los dientes en nuevas posiciones. Esto puede ser necesario por una variedad de razones. El objetivo es alinear los dientes de manera uniforme para crear una mordida fuerte y saludable. Los frenos se ajustan gradualmente con el tiempo para tirar y empujar los dientes en su lugar. Entre cada ajuste, los dientes y la mandíbula tienen tiempo para recuperarse.
Los dentistas pueden encontrar la gomfosis en varios procedimientos en los dientes, particularmente en las extracciones. En una extracción, el dentista trabaja para extraer un diente de una pieza, cuidando de que las raíces dentales y todo lo demás se adhiera al diente. La presencia de ligamentos duros puede dificultar la extracción, y el dentista debe usar los niveles de presión apropiados para extraer el diente con cuidado sin dañar la mandíbula. Después de una extracción, el dentista puede necesitar tratar el alvéolo para limitar el riesgo de infección y mantener al paciente cómodo.