¿Qué es la desertificación?

La desertificación es un proceso en el que la tierra cultivable semiárida se convierte en desierto, incapaz de mantener la vida vegetal o animal. Aunque la desertificación puede ser causada por procesos naturales, como el cambio climático, generalmente se acepta que las influencias humanas están acelerando en gran medida la tasa de desertificación en todo el mundo. A medida que crecen las presiones sobre la Tierra debido al aumento de la población y el calentamiento global, se estima que la tasa de desertificación puede comenzar a aumentar rápidamente, y ya está causando serios problemas sociales y ambientales en algunas naciones africanas.

En los Estados Unidos, uno de los ejemplos históricos más famosos de desertificación es el Dust Bowl de la década de 1930, aunque la rápida destrucción de los pastizales en el oeste americano es comparable. En África, numerosas organizaciones humanitarias citan el Sahara en rápida expansión y la grave desertificación que se produce en la región del Sahel de África occidental como temas de preocupación. Para los humanos, la reducción de la tierra utilizable a través de la desertificación tiene un grave impacto, especialmente en los pueblos indígenas empobrecidos que no pueden adaptarse fácilmente a los nuevos sistemas de vida.

La desertificación a menudo comienza en condiciones de sequía, aunque no siempre ocurre en una sequía. La capa superior de plantas resistentes se despoja de la tierra, lo que significa que no hay raíces para retener el suelo. Los vientos llevan la tierra vegetal nutritiva a otros lugares, dejando atrás la arena y formando grandes corrientes de arena y material vegetal muerto que invaden la civilización humana. Los animales no pueden buscar alimento en estas condiciones, lo que significa que los pueblos nómadas pierden gran parte de sus rebaños, y debido a que toda la vida de las plantas está muerta, no hay fuentes alternativas de alimentos disponibles. El suelo también tiene un mayor riesgo de inundación, y la erosión comienza a obstruir las fuentes de agua cercanas con el suelo.

El cambio climático es obviamente un factor en la desertificación, pero también lo son las prácticas humanas nocivas, como el riego mal practicado, que concentra las sales en el suelo y mata las plantas. Además, la deforestación y el despojo de toda la vida vegetal disponible también contribuyen al problema. Especialmente en las delicadas zonas de transición entre el desierto árido y la tierra totalmente cultivable, la desertificación puede ocurrir muy rápidamente y ser completamente irreversible. A medida que la capa superior del suelo desaparece junto con las plantas, el desierto no puede retener ni siquiera un suministro mínimo de agua, y rápidamente se vuelve completamente árido.

Muchas organizaciones humanitarias, incluidas las Naciones Unidas, están realizando esfuerzos para detener la desertificación e intentar recuperar tierras utilizables. Estos incluyen educación sobre el uso de la tierra y tácticas de recuperación, como incrustar esteras de paja y paredes de retención en el suelo en un esfuerzo por evitar que se vuele. También se está plantando una sólida vida vegetal enraizada en un esfuerzo por retener el suelo. También están involucradas numerosas campañas para acabar con el hambre, ya que la desertificación plantea serios riesgos para una nutrición adecuada: los envíos de alimentos y educación nutricional se brindan a las áreas que están experimentando la desertificación, con la esperanza de que proporcionar alimentos brinde a las delicadas áreas de transición la oportunidad de recuperarse.