Seg?n muchas escuelas espirituales de pensamiento, el mundo f?sico que parece tan real es, de hecho, simplemente una ilusi?n que oculta una realidad cada vez m?s profunda. El t?rmino meditaci?n es muy amplio y tiene cientos de interpretaciones, pero la mayor?a estar? de acuerdo en que el prop?sito de la meditaci?n es alejarse de las distracciones mundanas para reconocer la santidad en todas las cosas. El arte de la meditaci?n puede ayudar a los buscadores hacia este profundo estado de serenidad. Alternativamente, el arte de la meditaci?n tambi?n puede inspirarse en lo que se realiza durante la mediaci?n y recordarle al buscador las verdades.
Una de las formas m?s conocidas de arte de la meditaci?n fue creada por monjes budistas tibetanos que trabajaban en grupos silenciosos durante muchas semanas seguidas. El medio es arena coloreada, y el mensaje es la unidad esencial de todas las cosas. Los mandalas son incre?blemente complejos; cada grano debe colocarse con precisi?n utilizando un embudo u otra herramienta manual delicada. La forma de mandala es tradicionalmente un cuadrado con cuatro entradas, o puertas, que conducen a un c?rculo dentro del cual es un centro estable e inm?vil y alrededor del cual giran todas las dem?s. Los mandalas, como la mayor?a de las formas de arte de la meditaci?n, son altamente abstractos y cargados de significado simb?lico.
Con la creaci?n de mandalas, el viaje es el objetivo, y la creaci?n de arte, como cualquier otro elemento de la vida terrenal, debe ser continua y siempre cambiante en lugar de objetivarse y, una vez completada, dejarse estancar. Por esta raz?n, cuando se determina que los monjes han alcanzado una etapa de finalizaci?n, el mandala contin?a representando el c?rculo de la vida a medida que se destruye ritualmente, recordando a todos que el mundo en el que participamos es simplemente la primera capa cada vez m?s sagrada estados del ser. Adem?s, este es un recordatorio para los espectadores de que el orgullo o la satisfacci?n ego?sta en las creaciones de uno separan, en lugar de unir, todas las cosas.
El psic?logo y psiquiatra del siglo XX Carl Jung, cuyas teor?as del inconsciente colectivo y el trabajo con lo que se conoci? como arquetipos junguianos, infundi? el estudio de la psique humana con una esencia espiritual. ?l mismo fue un creador de mandalas de arte de meditaci?n. En muchas ocasiones, afirm? que los mandalas son representativos del yo oculto y desconocido. Sus mandalas, que eran pinturas en lugar de esculturas de arena, eran una forma de acceder a lo que ignoraba dentro de s? mismo para integrarlo en toda una tela.
Muchos hind?es, cristianos y seguidores de otras religiones tambi?n practican formas de arte de mediaci?n, creando simult?neamente un espacio sagrado mediante la realizaci?n de un dibujo, pintura o escultura. La repetici?n del uso de un l?piz, pincel o cincel es ?til para enfocar la mente y minimizar las distracciones en un fondo distante. Todo lo que se vuelve significativo es la creaci?n de la creaci?n, y a trav?s de ella, la puerta entre el ser interno y el cosmos externo, eterno y unificador se convierte en la ?nica realidad verdadera.